La memoria contra el silencio sistémico

La memoria contra el silencio sistémico

La resistencia de la disidencia sexual y de género rromaní contra el mutismo antigitano.

Hablar de estos dos términos antagónicos, memoria y silencio, es imprescindible si hablamos de la historia del Pueblo Gitano en general y, por supuesto, si abordamos la disidencia sexual y de género en este mismo colectivo.

Partimos de la base de que, como grupo racializado, han sido los no gitanos (gachés o payos) quienes han escrito nuestra historia. Más concretamente los hombres payos, heterosexuales y blancos. Por lo que no somos nosotras quienes hemos construido los relatos en los que podemos cimentar nuestra memoria. Menos aún si hablamos de memoria de la disidencia sexual y de género.

Alguien podría pensar que las iniciativas que pretenden recuperar la memoria LGTBIQ+ podrían cambiar este patrón colonial de comportamiento. Todo lo contrario hasta el momento. Este libro es la excepción que confirma la norma. Hoy no es una novedad decir que el movimiento LGTBIQ+ hegemónico, desgraciadamente, ha contribuido al antigitanismo negando nuestra existencia en «su» colectivo, olvidándonos una vez tras otra o, lo que es peor, mirando hacia otro lado ante las situaciones de LGTBfobia que padecemos y minimizando nuestra participación efectiva en los foros y luchas que se han ido estableciendo.

Hablaremos de esto más adelante, pero tan solo como una pincelada queremos decir que las personas disidentes sexuales y de género gitanas hemos comprobado, y lo seguimos haciendo hoy en día, que, según el discurso dominante en los foros LGTBIQ+ hegemónicos, se nos culpabiliza de las discriminaciones que sufrimos si en este proceso no renunciamos o denostamos nuestra identidad gitana, pasando, de esa manera, del estatus de víctima a verdugo de manera torticera. En este sentido, este movimiento social transformado en institucional, al proceso de «normalización» de lo LGTBIQ+, ya por sí nocivo, ha incorporado la vertiente étnica como una manera de categorizar al buen gay o la buena lesbiana y a los que no lo somos…, quién forma parte de la diversidad aceptada y quiénes seguimos estando bajo la línea del ser, es decir, determinar a quiénes se nos deshumaniza y se nos unifica sin ningún tipo de matiz a la diferencia y por lo tanto a la disidencia.

Sin duda, esta es una dificultad objetiva al abordar procesos memorísticos, porque además estamos inmersas como gitanas en un claro proceso interseccional que nos dificulta identificar cuáles son los ejes, lo ítems y las referencias de la memoria de la disidencia sexual y de género rromaní. En muchas ocasiones tenemos que dar muchas explicaciones y matizaciones al respecto, tanto dentro como fuera de nuestro pueblo.

Por otra parte, comprobamos cómo muchos de los términos y conceptos que se utilizan habitualmente en el universo LGTBIQ+ no encajan en nuestra realidad como disidentes sexuales y de género de un colectivo racializado en la Europa occidental —por ejemplo, los términos: gay, lesbiana, derechos civiles, deconstrucción de la familia como primera institución opresora, etcétera). De ahí nuestra preferencia al autodenominarnos disidentes.

Observado el contexto descrito hasta ahora, antes de abordar nuestra memoria necesitaremos explicar algunos de los mecanismos que utiliza el sistema de dominación étnica para proyectar y construir nuestra identidad, para después poder afrontar episodios de nuestra historia que merecen estar en nuestra memoria.

En realidad, no estamos haciendo más que lo que han hecho nuestros ancestros: luchar contra el olvido, contra la represión sistematizada, contra la asimilación y el genocidio. Escribir este capítulo es, sin duda, un trabajo emotivo, duro y valiente. La memoria y la resistencia son las herramientas con que nos hemos dotado como gitanas. Estas páginas son una expresión de ambos aspectos. Si no se leen así, será más difícil entenderlas.

El payocentrismo proyecta y construye las identidades gitanas.

Resulta muy interesante analizar cómo se construyen las identidades occidentales en nuestro contexto geopolítico para comprender cómo afecta a las realidades disidentes de cada colectivo. Sin pretender hacer un tratado de historia, queremos reflexionar sobre este importante aspecto.

Las identidades hegemónicas en la actualidad se construyeron fundamentalmente a partir del siglo XV con la aparición en escena de los primeros Estados modernos. Nos vamos a detener por un momento en la España de los Reyes Católicos. En el proyecto militar, político y económico que supuso la unificación de las coronas catalano-aragonesa y la castellana, habitualmente se obvia en los relatos oficiales el proyecto de supremacía étnica implícito en esa unificación.

Ante una realidad cultural, idiomática y religiosa bastamente diversa, la corona unificada optó por construir una identidad unificada que no contemplara diversidad alguna y que estableciera en esa querida homogeneidad identitaria su fortaleza. Entendían los poderes asociados a la corona (militar, económico y político) que construyendo esa identidad reforzaban su proyecto y lo hacían invencible.

Es así como los poderes establecidos empiezan a construir la base de las identidades que serían hegemónicas, planteándolas como una negación del diferente. De tal manera que esas identidades se construyen sobre un patrón negativo. ¿Quién es español?: quien no es moro, quien no es judío y quien no es gitano; posteriormente, también sería quien no es indio (pueblos indígenas de las Américas).

Se construye de esa manera una identidad hegemónica excluyente y xenófoba que busca absurda y obsesivamente su esencialidad en lugar de ensalzar su diversidad como valor positivo. Los frutos de ese proceso los seguimos sufriendo hoy en día con una identidad «española» que sigue siendo colonial, negacionista y profundamente racista y autoritaria. Pero estos son otros lodos, que dan para escribir más de un libro.

De ese planteamiento salen las atrocidades que se cometieron con las comunidades musulmana y judía, la expulsión en ambos casos; y posteriormente, bajo la lógica colonial, el genocidio y el expolio perpetrados en las Américas; así como los intentos reiterados de exterminio, asimilación y desaparición del Pueblo Gitano desde ese momento hasta la actualidad. Lo cierto es que —dejadnos que utilicemos la ironía como arma revolucionaria— con el Pueblo Gitano, a pesar de las más de 250 leyes redactadas con el objetivo de hacernos desaparecer, de prohibir nuestra lengua, de acabar con nuestras actividades profesionales y económicas, etcétera, lo que se suma a los procesos de asimilación o de segregación y los denostables intentos de genocidio que hemos sufrido, no les ha salido bien…: seguimos aquí muy a su pesar.

Esto daría para profundizar largo y tendido, pero queremos centrarnos en las estrategias que este fenómeno conlleva para después abordar cómo afecta a la memoria de la disidencia sexual y de género rromaní.

En primer lugar, hay que poner nombre a las cosas. Primero, porque es útil. También porque cuando se sustantivan se categorizan, adquiriendo un estatus en nuestro universo cognitivo, motivo de debate seguramente. De esta manera se las saca de la oscuridad en las que han estado previo a nombrarlas para arrojarlas al ágora política.

Estamos hablando de la payonormatividad y del payocentrismo como fenómenos que ponen en el centro de la identidad de una comunidad o un país el hecho de ser payo, es decir, aquella identidad que se construye como negación de lo gitano. Son los fenómenos que categorizan lo payo como lo normal, desterrando lo gitano a los márgenes cuando no a la marginalidad.

Ser payo es lo deseable, lo establecido como normal, lo proyectable para tu descendencia. Las normas sociales, políticas y económicas se construyen por y para los payos. Lo gitano, en cambio, es lo que está en los márgenes, lo peligroso, lo asocial, lo incívico, lo que pone en peligro el «orden social» establecido. Es lo indeseable, lo incivilizado y lo denostable.

La primera reflexión que debemos hacer es que el sistema de dominación ética necesita del diferente, de la alteridad, para construirse y reafirmarse. Esta es la piedra angular en que se fundamenta para perpetuar su poder.

Pues bien, el payocentrismo necesita proyectar la imagen del diferente para construirse a sí mismo en una esquizofrenia que nunca tiene fin y que no necesariamente se basa en la realidad o características del diferente, sino en los valores que desea proyectar para sí mismo.

Pongamos algún ejemplo que haga más comprensible este fenómeno. Hablemos de la ópera Carmen, de gran éxito y conocidísima por el gran público. La vamos a analizar al margen de su innegable valor artístico. Nos interesa más ver cómo en ella se muestra lo gitano.

En esta ópera de Georges Bizet se representa una mujer gitana (Carmen) como la principal protagonista, que muestra unos valores y comportamientos que hoy son interpretados como paradigma de la libertad, la valentía, la lucha y la rebeldía.

En cambio, si analizamos el papel de Carmen, una gitana sevillana, cigarrera, de principios del siglo XIX, y sus comportamientos y valores, y los comparamos con los predominantes en la sociedad occidental de ese mismo tiempo, comprobamos que son claramente opuestos. Los valores predominantes en esa época para las mujeres distan mucho de los que muestra Carmen. Para el sistema heteropatriarcal, en ese contexto histórico, las mujeres debían ser piadosas, religiosas, inexpertas sexuales, obedientes ante el dominio masculino y, por supuesto, estar alejadas del mundo asalariado.

Las conclusiones son evidentes: Carmen muestra una imagen de mujer gitana opuesta a la mujer paya de la época. ¿Esa proyección responde a la realidad de las mujeres gitanas en la Sevilla de principios del siglo XIX? Absolutamente no. Responde a la obsesión neurótica paya de afirmarse mostrando la alteridad gitana.

Al hilo de esta última afirmación, es curioso cómo esta obra lírica se contextualiza utilizando un elemento que nos parece clave y que en la obra pasa casi inadvertido, convertido en un exotismo más, como si fuera un elemento de atrezzo. Las cigarreras en la Sevilla del XIX, la mayoría de ellas gitanas, son el ejemplo de mujeres luchadoras que, fruto de la situación económica, social y también racial que vivían, se alzaron con firmeza contra los roles de género del heteropatriarcado, aunque no utilizaran esta nomenclatura. Las llamaron «las echás pa’lante». Reclamaban derechos laborales, guarderías, etcétera, para poder conciliar sus vidas personales y familiares con su trabajo, desde una perspectiva de simple necesidad y coherencia. Eran obreras. Sin duda, ellas mostraron, que cuando las mujeres payas estaban en un contexto absolutamente diferente y el estado de su lucha emancipatoria apenas se atisbaba, las cigarreras, se alzaron y se autoorganizaron para conquistar sus derechos. Para nosotras, precisamente esas cigarreras, esas gitanas, forman parte de nuestra memoria feminista.

No debe pasar por alto que la imagen que se proyecta de la mujer gitana en la obra operística diste tanto de la que se proyecta en la actualidad, en la que el prejuicio antigitano nos dicta que las mujeres gitanas son sumisas, obedientes, inexpertas sexualmente, etcétera. La pregunta es evidente: ¿no será que los valores predominantes en la actualidad para las mujeres son de independencia, una supuesta libertad sexual y de no supeditación a la pareja, entre otros? Cualquiera que conozca más de dos mujeres gitanas se dará cuenta de que esa proyección no responde a la diversidad, la complejidad y las condiciones de vida que tienen la mayoría de rromís (gitanas) en este país.

Queremos poner un segundo ejemplo. Este se basa en la supuesta sexualidad de hombres gitanos en España a finales del siglo XIX y principios del XX.

Es importante saber que el Pueblo Gitano conoce los episodios de su historia básicamente a través del análisis de las leyes que se emitían con la intención de reprimirnos. Obviamente, eso es una limitación para nosotras, porque desconocemos aspectos fundamentales de nuestra propia historia. Los únicos relatos que conocemos que explican la historia de las gitanas y los gitanos deben situarse en la trinchera del antigitanismo, ya que, con diferente gradualidad, esos relatos contribuyeron desde la literatura, el periodismo, la música u otras expresiones artísticas a estigmatizarnos y situarnos en el lugar de ostracismo en el que seguimos estando colectivamente hoy en día.

Pues, siguiendo en esa línea, las denuncias registradas en diferentes estamentos judiciales del territorio español a finales del siglo XIX y principios del XX levantaron alarmas más o menos generalizadas y forjaron el prejuicio que aconsejaba no dejar a menores, de ambos géneros, en la cercanía de hombres gitanos, porque, según consta en esas denuncias y en las crónicas periodísticas de la época, la baja moral de los gitanos les posibilitaba forzar sexualmente a esos menores. De esa manera, la imagen que se proyectaba sobre los hombres gitanos podría ser algo parecido a lo que hoy conocemos como pansexualidad y pederastia al mismo tiempo.

Haciendo el mismo ejercicio que con el ejemplo anterior, nos volvemos a sorprender si comparamos la proyección de la imagen de los gitanos de esa época con la que hay en la actualidad. Hoy en día el prejuicio antigitano resalta, entre otras muchas cosas, la homofobia, lesbofobia y transfobia de los hombres gitanos. Curiosa la evolución de la sexualidad masculina gitana, que, en apenas cien años, ha pasado de las más tremendas laxidad y permisividad a las más extremas intransigencia y conservadurismo.

No pretendemos decir que no pueda haber hombres gitanos violadores, sobre todo si hablamos de otro contexto histórico como al que nos estamos refiriendo, donde la sexualidad masculina ejercía la violencia manifiesta y en público de manera impune y eso no era generalmente reprobable. Aun así, queremos señalar que para nuestro pueblo existen dos valores que son absolutamente fundamentales: el respeto para nuestros mayores y el cuidado de nuestra infancia. Nos cuesta mucho imaginar, de manera generalizada, a los hombres gitanos agrediendo niños.

Nosotras, las disidentes sexuales y de género rromanís, ponemos en tela de juicio las circunstancias que se describen en esas denuncias y relatos. Creemos que responden al mismo fenómeno con el que hoy nos encontramos en tantas ocasiones: el antigitanismo, en el que se coge lo anecdótico y se transporta a lo universal con la evidente intención de crear una concepción pública del conjunto de todo un pueblo, del Pueblo Gitano.

Por supuesto, debemos relacionar esta incongruente involución gitana con el cambio de valores en torno a la homosexualidad y la transexualidad en la sociedad mayoritaria, que otorga a los hombres gitanos, en este caso, los valores opuestos a los hegemónicos en cada época histórica.

La uniformidad como manera de identificar la alteridad.

Otra estrategia que desarrolla el sistema de dominación étnica es intentar «uniformar» al diferente. Se trata de construir su identidad como tótem unificador de todas las que formamos parte de estos pueblos. Esta uniformidad abarca todos los campos de la identidad, desde los más prosaicos hasta lo de mayor importancia. Desde la forma de vestir a la ideología, desde las creencias religiosas al nivel intelectual de cada una de nosotras.

De esa manera nos tienen identificadas, ubicadas en su mapa semántico, y es más fácil para ellos construir los relatos sobre nuestra identidad que necesitan para «su» autoafirmación paya. Desde su lógica, este es un instrumento indispensable. La diversidad siempre es compleja y lleva implícita reconocer que las identidades están inmersas en un proceso de cambio continuo y fluido. Si la pretensión sistémica del antigitanismo es perpetuar las relaciones de poder, es obvio que la diversidad gitana es una dificultad que no interesa ni reconocer ni apoyar. La manera que ellos tienen para vencer la incuestionable existencia de nuestra diversidad es poner a «los diferentes de los diferentes» en la más oscura de las cuevas, ocultarlos, esconderlos para conseguir que jamás existamos para el conjunto de la opinión pública. Además, necesitan culpar a su propio pueblo, el gitano en nuestro caso, de esa situación. Aunque parezca retorcido, las evidencias apoyan esta tesis.

Es evidente que el payocentrismo necesita que las gitanas seamos de una sola manera. Todas nosotras, sin excepción. De esa manera nos definen y se definen a sí mismos como la negación de lo que ellos deciden que somos nosotras.

Subyace que esta estrategia pretende decir que las gitanas no interactuamos con el contexto social, político y económico en el que vivimos. Afirma que nuestros valores —entendidos como algo arcaico, brutal y nocivo— son inalterables, inmodificables, monolíticos. Según esta perversa teoría, las gitanas no tenemos la capacidad de cambio, de adaptación al entorno, a los discursos existentes, etcétera. Volvemos a encontrarnos con una manera de definirnos que choca frontalmente con una de nuestras características: la resiliencia, la capacidad de adaptación. Sin estas características, habríamos desaparecido como pueblo. Cabe decir que esto es reconocido por todas las investigadoras sociales que han escrito desde el rigor sobre el Pueblo Gitano.

La obsesión paya llega a tal grado que nos identifica siempre con los sectores internos gitanos más conservadores, para así denostarnos y caricaturizarnos. De esa manera consiguen que «una persona de bien» jamás quiera ser gitana ni mezclarse con los gitanos.

Pero, incidiendo en el tema que nos ocupa en este libro, esta estrategia niega y esconde deliberadamente las diferentes disidencias existentes. No solo las relacionadas con el sexo y el género. Para la mayoría de ciudadanía de este país (payos), los gitanos somos un grupo molesto y difícil que no nos mezclamos con las dinámicas sociales existentes y no participamos de las disidencias transformadoras que han cambiado este país. Nada más lejos de la realidad.

Sirvan estas líneas para reivindicar a los y las gitanas luchadores por la libertad, antifascistas, héroes y heroínas que debieran serlo del conjunto de la humanidad. Queremos recordar aquí a las y los valientes que se enfrentaron a las fuerzas nazis en el campo de exterminio de Auschwitz II Bikernau el 16 de mayo de 1944, consiguiendo resistir al intento de gasearlos a todos: 6.000 rromanís, hombres, mujeres, niñas y niños, pelearon con lo que tenían —palos y piedras— y fue el único grupo humano que consiguió que la terrible y cruel SS retrocediera, ante la fiereza y valentía de nuestra gente. Posteriormente, todas esas personas rromanís fueron diseminadas por otros campos de concentración y todas fueron posteriormente asesinadas. Las gitanas conmemoramos este hecho cada año como el Día de la Resistencia Rromaní. El dolor clavado en esta memoria se transforma en rabia y en orgullo. Rabia por el a todas luces no suficiente reconocimiento de este episodio histórico, que de alguna manera hace cómplice a quien lo propicia con los asesinos. El orgullo de ser herederos de ese coraje y portadores de sus valores antifascistas.

Tampoco podemos olvidar, aunque sea de manera testimonial, a todos los gitanos y gitanas, que no fueron pocas, que lucharon contra el fascismo en la Guerra Civil española. Quizás la figura más conocida fue Helios Gómez (1905-1956), sindicalista, cartelista, artista, poeta y gitano que murió después de años de terrible represión y cárcel en la prisión Modelo de Barcelona. En él se encarna una de las características de nuestra identidad. Las gitanas somos antifascistas por convencimiento y por necesidad.

Estos hechos son absolutamente desconocidos para la mayoría de las personas y constituyen algunas de las más heroicas páginas de nuestra historia. Esa que jamás escribimos y que, reiteramos, debería ser patrimonio no solo de los gitanos y las gitanas.

Insistimos en que la interseccionalidad en la que estamos inmersas como colectivo racializado hace que las gitanas disidentes sexuales y de género no podamos separar en compartimentos diferenciados las injusticias que nos atraviesan. Para nosotras, nuestra memoria también pasa por recordar a quienes son referencia para el conjunto de nuestro pueblo.

Por supuesto, al hacer ejercicio de memoria, destrozamos la estrategia uniformadora del payocentrismo y del sistema de dominación étnica. Como cualquier otro, nuestro pueblo tiene dinámicas propias, en las que se incluyen conflictos de clase, ideológicos, espirituales, religiosos y los relacionados con el heteropatriarcado en el que vivimos. Además, cualquier pueblo es diverso por definición. La estrategia antigitana de uniformarnos no por absurda y alejada de la realidad deja de ser exitosa. Desgraciadamente, cada día a las activistas gitanas nos preguntan sobre esto. Realmente a veces se hace agotador, pero no desistiremos. Se lo debemos a nuestra gente.

La memoria de la disidencia sexual y de género gitana como ejercicio revolucionario.

Como cualquier persona puede imaginar, lo descrito previamente afecta de manera determinante en la relación de las disidentes sexuales y de género gitanas con nuestra propia comunidad y con el resto de la sociedad. Sin duda, el antigitanismo como fenómeno estructural e identitario interactúa con nuestro posicionamiento en tanto que sujetos políticos. Esta característica no debe pasarse por alto en ningún aspecto que nos afecte, tampoco en el momento de intentar recuperar nuestra memoria disidente.

Si entendemos la memoria como no solo un hecho de justicia, sino como una actitud rebelde y resistente, la posición que ocupamos las gitanas como sujetos políticos es radicalmente diferente en tanto que pueblo racializado. No se puede esperar el mismo tipo de respuesta, de conclusiones, de ejercicio político que las que puedan tener los sujetos disidentes sexuales y de género payos, de las que tengan las personas LGTBIQ+ blancas, que aun compartiendo la opresión de heteropatriarcado igual que nosotras, las gitanas, en tanto que payas, viven y ejercen el privilegio étnico y parten de ese posicionamiento.

Por lo tanto, nos toca a las gitanas disidentes hacer memoria de nuestras familias, de nuestras referencias, de nuestra gente, con otros patrones. Con nuestra propia mirada, con nuestra cosmovisión del mundo, intentando huir del «blanqueamiento» a que estamos continuamente sometidas. Reconocemos en este planteamiento una intención harto utópica, pero no intentarlo sería fallarnos a nosotras mismas.

Por lo tanto, no vamos a hablar en ningún caso de sujetos gais, lesbianas o transexuales, sino de personas que, con su actitud, su proyección pública, han roto barreras y han resistido a la normatividad heteropatriarcal. Han utilizado sus cuerpos, su expresividad, su arte, su habla para poner en cuestión y superar los corsés que el heterocapitalismo nos impone.

Somos conscientes de que hablar de personas concretas, que a su vez son referencia para el conjunto del Pueblo Gitano en España, nos sitúa en ocasiones en dificultades con sus descendientes y sus familias, sin duda por la presión LGTBfóbica en la que vivimos como sociedad occidental. Por supuesto, nosotras respetamos la memoria de esas familias y ponemos por delante nuestra intencionalidad de tener el punto de partida en la admiración, el respeto y el cariño absolutos hacia ellas.

El respeto y cuidado de las familias gitanas no es un hecho anecdótico. Para los rromanís, la familia es la institución que nos ha protegido y cuidado cuando el Estado, en sus diversas formas represivas, nos ha atacado, nos ha desprotegido de manera deliberada, incluso cuando ha querido exterminarnos o asimilarnos. Es impensable para cualquier persona gitana querer acabar o atacar a la familia. Por supuesto que en las familias gitanas se dan relaciones de opresión provenientes del heteropatriarcado y la heteronormatividad, ante las que luchamos y actuamos en nuestro día a día, pero la interseccionalidad conlleva estas complejidades. Nosotras no vamos a actuar contra aquella institución que nos ha mantenido como gitanas, también a las disidentes.

Como consecuencia de este planteamiento, reafirmamos que las personas a las que nos vamos a referir son nuestra referencia. Lo vamos a hacer desde el respeto y la admiración. Desde el orgullo de tenerlas en nuestra memoria. Desde el valor de mostrarlas por la dignidad que demostraron a pesar de vivir en muchos casos en un entorno hostil y cruel con sus opciones de vida. Son aquellas que nos han hecho ver que la disidencia se manifiesta de mil maneras y que entenderla en una única y uniformada dirección, la paya, la blanca, es un error, en el que nosotras no vamos a caer.

Asumimos el reto desde el convencimiento de que haciéndolo reafirmamos la gitanidad de todas ellas. Gitanos y gitanas dignas, orgullosas de serlo, como hoy lo somos nosotras. Resistentes, disidentes.

El mundo del arte como espacio también de disidencia.

Pocos son los espacios con dimensión pública que se ha dejado a los gitanos y las gitanas desde su llegada a España, a principios del siglo XV. Sin duda, la abrumadora fuerza y valor artístico del flamenco, como expresión artística que nace del sufrimiento del Pueblo Gitano justo después de la Gran Redada de 1749 (primer intento genocida en Europa), ha situado a generaciones de gitanos y gitanas en este ámbito artístico, nos atrevemos a decir, casi por necesidad. Por supuesto, en esta manifestación artística se proyectan valores y se configuran modelos identitarios.

La disidencia sexual en este ámbito, el flamenco, hay que entenderla como la única que podía ser expresada por el Pueblo Gitano, ya que los ámbitos de los negocios, la educación, la prensa y la política, entre otros, estaban cerrados a los rromanís a cal y canto hasta hace relativamente poco tiempo. De hecho, muchos siguen cerrados aún. Por lo tanto, como tal lo interpretamos y lo valoramos. Como el único camino de expresión de sentimientos y diferencias que hemos tenido abierto y donde todo adquiere un valor con carga simbólica gitana.

Artistas como Bambino, la Paquera de Jerez, Carmen Amaya y Antonio Mairena han encarnado cuatro figuras que han roto moldes. Que han llevado su arte y su gitanidad como bandera y, cada una de ellas de manera diferente, han desarrollado sus opciones de vida compartiéndolas con su entorno. Ellos, ellas y muchas más son referencia para nosotras, por su valentía, por su coraje.

La tía Carmen Amaya (1918-1963) es una de esas referencias, sin duda. Barcelonesa ilustre. Hija de Somorrostro. Esta gitana rompió moldes con su fuerza y su arte. Ella impuso y cambió los roles en el baile gitano. Musa de muchos espacios lésbicos por su físico lleno de fuerza. Su expresión estaba llena de ambigüedad y belleza. Le decían que era un portento de la naturaleza, un torbellino. Triunfó en todo el mundo. Pionera en tener su propia compañía, que ella regentaba en un momento en que las mujeres debían pedir permiso marital para poder trabajar asalariadamente. Esa misma fuerza la utilizó para decir que ella tenía pies y que bailaba con ellos, atribuyéndose una forma de bailar reservada para los hombres hasta entonces y para vestir pantalones mientras actuaba. Aunque visto desde la perspectiva de hoy en día parezca un detalle de poca importancia, no lo fue. La gitana más universal de la época se atrevió a romper los moldes en algo tan simbólico como la vestimenta. Supo retar al patriarcado y sus normas para imponerse con su fuerza, su arte y su libertad, encima y fuera de los escenarios. Amante de la libertad al máximo, se la aplicó para sí misma y supo vivir sus años de vida haciendo gala de eso.

Para los flamencólogos de hoy en día, Antonio Mairena (1909-1983) es una referencia absoluta. De hecho, él instauró ese término estudiando y categorizando los «palos» del flamenco, junto con el trabajo realizado en este campo por la Niña de los Peines. El tío Antonio, fruto de su trabajo de investigación, afirmó en sus conclusiones el origen gitano de ese inmenso arte. Sin duda, uno de los precursores de debates que se siguen produciendo hoy en día. Uno de los grandes del cante flamenco gitano. Además del arte que atesoraba, Mairena pasó a la historia por atreverse a escribir y dar conferencias sobre flamenco, llevando esta manifestación artística a los círculos intelectuales, lugar donde no había estado hasta entonces. El tío Antonio Mairena fue una de las figuras de más reconocimiento dentro y fuera del Pueblo Gitano. Su vida no fue fácil, sin duda, pero su enorme corazón le ayudó a llevar su forma particular de amar con dignidad y respeto. Para nosotras siempre estará en nuestra memoria por todo lo que tuvo que sufrir y la dignidad y elegancia con que lo portaba. Grande entre los grandes, nuestro tío Antonio.

Bambino (1940-1999) fue un enorme artista gitano. Uno de los más grandes. Es de ese tipo de artistas que hacen de la innovación su forma de crear. Su expresividad, su voz y su arte marcaron varias generaciones en la segunda mitad del siglo XX. El tío Miguel Vargas, que así se llamaba, fue un icono de modernidad y de orgullo. Hombre digno, se enfrentó a todo lo que se le puso por delante en su trayectoria artística y personal. Qué maravillosa expresividad desacomplejada y valiente. En él se encarna para nosotras la dignidad de quien lucha por quien es. Tío Miguel, estarás siempre en nuestros corazones y de ti nos lo llevamos todo.

La fuerza y la garra se encarnaron en la Paquera de Jerez (1934-2004). Esta gitana destacaba por su imponente voz y su arte llegó a todos los rincones de la geografía española. Compartió escenario con los más grandes y era respetada y admirada por toda la profesión. Mujer de una expresividad con una fuerza arrebatadora. Lucía con orgullo su pluma inconfundible. La tía Francisca tampoco lo tuvo fácil en su vida personal, pero su naturalidad y su convicción en todo lo que hacía le facilitaron vivir con dignidad cada una de sus opciones de vida. Referencia lésbica donde las haya, la tía Francisca siempre nos inspirará y siempre nos sentimos orgullosas de ella.

El activismo gitano que nunca se relata en el movimiento LGTBIQ+ hegemónico.

Como ya hemos referido anteriormente, las gitanas disidentes hemos participado activamente en el movimiento LGTBIQ+ desde sus inicios. De hecho, lo seguimos haciendo hoy en día, eso sí, mayoritariamente desde los planteamientos críticos y autocríticos con ese propio movimiento por la «normalización» impuesta y por el papel del «capitalismo rosa», que pretende convertir en negocio incluso las luchas emancipadoras. Nosotras estamos siempre en la disidencia, quizás como cadencia histórica, por ser gitanas, por ser rebeldes, por querer ser libres.

Cabe decir que encontramos en estos espacios la voluntad del conjunto de participantes de entender que nuestra lucha o es antirracista o no será, echando mano del eslogan.

Volviendo a centrar nuestro relato en los temas memorísticos, no podemos olvidar a una gran mujer, una activista transexual y gitana de la que nos sentimos profundamente orgullosas. Hablamos de nuestra tía Myriam Amaya.

Hay que recordar que cuando manifestarse era ir contra el régimen dictatorial, cuando había que enfrentarse a la policía franquista, cuando todo estaba a contracorriente de los derechos de las personas disidentes sexuales, cuando ser transexual era el peor estadio al que una persona podía pertenecer en el orden social del nacionalcatolicismo, esta mujer gitana fue una de las organizadoras, junto con unas pocas más, del primer Orgullo Gay en 1977, en la capital catalana.

Para nosotras no es casual que no se haya hecho la necesaria difusión del papel que desarrolló esta mujer valiente en las primeras manifestaciones LGTBIQ+ en el Estado español, en Barcelona. Esto responde, sin duda, al fenómeno descrito anteriormente de invisibilidad de lo gitano, de silencio deliberado, en definitiva, de una de las caras del antigitanismo.

No interpretamos como casual este nuevo «silencio». Si, entre la quincena de promotoras, junto a los sobradamente reconocidos líderes históricos del movimiento LGTBIQ+, estaba Myriam Amaya y esto no es conocido, no podemos hacer más que denunciar este hecho y poner la figura de nuestra tía en el lugar que se merece.

La tía Myriam tampoco ha tenido una vida fácil. Nació en Logroño 1959 en una familia muy humilde, con las necesidades que ello conlleva. Creció y se hizo adulta en Zaragoza, ciudad donde vive en la actualidad. Con trece años empezó a hormonarse, ya en Barcelona. Su fuerte voluntad de mostrar su identidad femenina le hizo pintarse los labios y calzar taconazo. Ya desde niña se vestía con la ropa de su hermana mayor. Desde muy temprana edad se dedicó al mundo del espectáculo y el cabaret, donde llegó a trabajar con artistas de renombre de ese momento, como Sara Montiel y algunos otros que nacían con la emergente «movida madrileña».

Después de los primeros años de estar instalada en Barcelona, se incorporó a la lucha contra el régimen fascista, diríamos que casi forzosamente. Es escalofriante leer alguna de las pocas entrevistas que se le han hecho, cuando explica cómo la policía reprimía, encarcelaba y pegaba a todo aquel que estropeara el paisaje social cristiano y pudoroso que el régimen imponía y quería inmóvil. Sin duda, la tía Myriam tomó conciencia de que debía dar un paso al frente. «De estar corriendo delante de los grises, pasamos a plantarles cara». Con qué pocas palabras se resume tanta dignidad.

Esa policía que en ese mismo momento seguía asesinando y torturando. A esa policía y a ese régimen, ellas decidieron decir basta. Junto con sus compañeras, organizaron esa primera manifestación llenas de orgullo y dignidad. Posteriormente, animadas por la experiencia de Barcelona, en otros lugares de la geografía española se hicieron más manifestaciones. Evidentemente, ellas fueron las precursoras. ¡Les debemos tanto! Y la tía Myriam entre ellas. Las disidentes sexuales y de género gitanas tenemos en ti nuestra referencia. Gritamos al viento que lo que tú hiciste, lo que hicieron nuestros ancestros, lo que hacemos nosotras es nuestro patrimonio. Exigimos que, a través de tu figura, tía Myriam, se reconozca la aportación rromaní al movimiento LGTBIQ+. Qué maravilloso tenerte entre nosotras y aprender de ti.

Valiente como es, no se le caen los anillos al decir que, como tantas otras transexuales, ha recurrido a la prostitución para subsistir. Eso sí, Myriam, desde niña, contó con el apoyo incondicional de su familia. Para lo malo y para lo bueno. Ella supo transmitir a quien la rodeaba la dignidad con que ha afrontado su vida.

Actualmente sigue activa en Zaragoza, llena de actividades de sensibilización y de reivindicación y siempre con ese espíritu crítico que la caracteriza. Nos decía pocas fechas antes de publicar este capítulo: «Hay que defender lo conseguido, aunque, la verdad, no ha sido mucho. Falta mucho camino que recorrer. Pero hay que animar a los jóvenes a hacerlo, explicándoles por dónde tuvimos que pasar nosotras». Ahí queda eso.

El legado de la tía Myriam y de las demás personas que en este capítulo se mencionan, desde luego, tiene continuidad con las activistas, las organizaciones y las artistas disidentes gitanas de la actualidad. En cuanto a las activistas, Demetrio Gómez, Noelia Heredia, Qurro Cabello, Jennifer Rubí, Juan David Santiago y el que les escribe somos una muestra de ello, con diferentes enfoques y planteamientos, pero colaborando a menudo desde la fraternidad y la sororidad. Las expresiones asociativas de la disidencia sexual y de género y del feminismo rromaní también lo son: Ververipén, Rroms por la Diversidad y Gitanas Feministas por la Diversidad. También en el arte, en el flamenco, seguimos teniendo una fuente de reivindicación, expresividad y visibilidad, con artistas vivos y de gran éxito como Antonio Canales, La Negri y La Kaita, entre muchos otros.

Cabe decir que, en tanto que pueblo transnacional, la disidencia sexual y de genero rromaní está presente en Europa y en el mundo de manera significativa. Existen decenas de activistas rromanís con las que trabajamos con regularidad: David Tišer (República Checa), William Bila (Francia), Sandra Selimovic (Serbia), Iulian Stoian (Rumanía), Isaac Blake (Gales), Daniel Baker (Inglaterra), Gianni Jovanovic (Alemania), Azis (Bulgaria), Vera Kurtić (Serbia), entre muchos otros. En un relato de memoria, no podíamos dejar de nombrarlas.

Y por supuesto, y sobre todo, las decenas y centenares de personas gitanas, disidentes o no, que están en nuestro lado, que no es otro que el lado del Pueblo Gitano.

Permitidnos que acabemos con un desiderátum. Quizás porque en muchas ocasiones de nuestra historia como gitanas no hemos tenido otra cosa más que la esperanza y nuestra resistencia. Ahí queda. Para todas:

¡Memoria y dignidad! ¡Mantengámonos alzadas contra la injusticia!

Bibliografía

Rodrigo Andrés y Joana Masó(2018): (Re)visiones gitanas. Bellaterra: http://www.ed-bellaterra.com/php/llibresInfo.php?idLlibre=1408

Demetrio Gómez (2018): Miryam Amaya, 40 años de Memoria de Disidencia Sexual Romaní en España. Baxtalo’s Blog: https://baxtalo.wordpress.com/2018/08/13/miryam-amaya-40-anos-de-memoria-de-disidencia-sexual-romani-en-espana/

Demetrio Gómez e Iñaki Vázquez (2017): Por un activismo LGBTIQ romaní interseccional, inclusivo y descolonizado. Baxtalo’s Blog: https://baxtalo.wordpress.com/2017/01/20/por-un-activismo-lgbtiq-romani-interseccional-inclusivo-y-descolonizado/

«Jennifer Escobero. Una gitana transexual, inspiración de un barrio cordobés», en El País, 2017: https://elpais.com/politica/2017/07/12/actualidad/1499871784_670125.html

«Noelia Heredia. Ser lesbiana en el mundo gitano: “Cuestionan si eres más o menos gitana por ser lesbiana”», en Playground, 2017: https://www.playgroundmag.net/cultura/Lesbianas-gitanas_22583406.html

Fernando López Rodríguez (2017): De puertas para adentro. Disidencia sexual y diversidad de género. Egales.

Iñaki Vázquez (2015): Gay y gitano: la realidad de los homosexuales en la comunidad romaní. Baxtalo’s Blog: https://baxtalo.wordpress.com/2015/06/01/gay-y-gitano-la-realidad-de-los-homosexuales-en-la-comunidad-romani/

Iñaki Vázquez (2017): Mujer, lesbiana y romaní, cuando la lucha se transforma en imprescindible. Baxtalo’s Blog: https://baxtalo.wordpress.com/2017/04/30/mujer-lesbiana-y-romani-cuando-la-lucha-se-transforma-en-imprescindible/

Minority Rights Group International (2019): It’s here! Romani sexual dissidence! En: http://stories.minorityrights.org/lgbt-roma-spain/

Vera Kurtić (2013): Dzuvljarke: Roma lesbian existence. ERRC: http://www.errc.org/reports-and-submissions/dzuvljarke-roma-lesbian-existence

Noelia Heredia e Iñaki Vázquez. «Feministas y homosexuales: así son también los gitanos», en El País, 2018: https://elpais.com/politica/2018/04/08/diario_de_espana/1523196827_109624.html

Mari Carmen Cortés e Iñaki Vázquez (2017): «Personas gitanas y diversidad afectivo-sexual. Seminario-taller Rroma LGTBQI», en El Porvenir de la Revuelta: http://www.mataderomadrid.org/ficha/6589/personas-gitanas-y-diversidad-afectivo-sexual.html

Raúl Solís (2019): La doble transición. Libros.com https://libros.com/crowdfunding/la-doble-transicion/

Autor: Iñaki Vázquez Arencón

Notas: Adaptación del artículo realizada para el proyecto «Memoria Gitana a través del Género» implementado por Unión Romaní Madrid, la Asociación Nacional Presencia Gitana y La Fragua Projects, financiado por el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática.

Artículo original incluido en: El Libro del Buen Amor
Foto portada: Primera manifestación LGTBIQ+ en España: Barcelona 26 de junio de 1977.

Recopilación de materiales educativos sobre la Historia del Pueblo Gitano

Recopilación de materiales educativos sobre la Historia del Pueblo Gitano

En la marco del proyecto ‘Memoria Gitana a través del Género (MGG)’ desarrollado conjuntamente por Unión Romaní Madrid, la Asociación Nacional Presencia Gitana y La Fragua Projects y financiado por el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, hemos editado esta breve recopilación de materiales educativos sobre la Historia del Pueblo Gitano.

Esta recopilación ha sido enviada a centenares de centros educativos de todo el Estado Español, con el objetivo de fomentar el conocimiento, el respeto y la inclusión de la Historia y cultura gitana en las aulas, con especial atención al papel de las mujeres gitanas en ambas.

Este recurso recoge materiales didácticos validados por instituciones educativas y está dirigido tanto a educación infantil, primaria, secundaria como al profesorado y a toda la comunidad educativa. En esta recopilación de materiales se pone especial énfasis en combatir el antigitanismo y promover una educación plural y democrática, en línea con la LOMLOE.

Informe FEIG 2024, sobre la implementación de la Estrategia Nacional Gitana en las Comunidades Autónomas

Informe FEIG 2024, sobre la implementación de la Estrategia Nacional Gitana en las Comunidades Autónomas

Las organizaciones Asociación Nacional Presencia Gitana, Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña y La Fragua Projects han publicado el ‘Informe FEIG 2024, sobre la implementación de la Estrategia Nacional Gitana en las Comunidades Autónomas’.

Esta alianza de organizaciones gitanas ha impulsado durante todo el año 2024 el proyecto ‘Foro Estratégico Interautonómico Gitano 2024 (FEIG 2024)’ que ha desarrollado el análisis de la implementación de la Estrategia Nacional Gitana en las Comunidades Autónomas. Este proyecto parte de la necesidad de abordar este enfoque ya que la Estrategia Nacional es un plan que se impulsa desde la Administración General del Estado, pero son las Comunidades Autónomas las titulares de la mayoría de las competencias que en ese plan recoge. Esta es una dificultad estructural que FEIG 2024 (y también lo hará en sus próximas ediciones) quiere paliar con espacios de deliberación y discusiones grupales con un alto nivel de participación.

En este primer año, y debido a apoyo limitado recibido por la convocatoria del IRPF estatal, gestionada por el Ministerio de Derechos Sociales Consumo y Agenda 2030, se ha focalizado en 3 territorios de especial relevancia para el Pueblo Gitano: Andalucía, Cataluña y la Comunidad de Madrid, fruto de diversos debates y análisis con personas expertas, representantes de organizaciones gitanas y progitanas y destacados activistas.

Por otra parte, el proyecto FEIG 2024 también ha realizado diversas acciones de capacitación de la sociedad civil gitana y progitana sobre el análisis de políticas públicas y la necesidad de implementar acciones de incidencia social y políticas.

Estudi-Guia per a facilitar la denúncia d’actes de vulneració del dret a la igualtat de tracte i no discriminació amb motivacions racistes i/o xenòfobes

Estudi-Guia per a facilitar la denúncia d’actes de vulneració del dret a la igualtat de tracte i no discriminació amb motivacions racistes i/o xenòfobes

Es fa públic aquest «Estudi-Guia» vinculat al projecte «Racial Justice and Empowerment 2024» que la nostra entitat està desenvolupant en aquest any a la demarcació de Barcelona

Racial Justice and Empowerment ha rebut finançament per a la edició d’aquest document de la Diputació de Barcelona i de l’Ajuntament de Barcelona.

Aquest és un instrument per a la lluita contra la infradenúncia del racisme amb el que han col·laborat dos excepcionals professionals gitanos: l’advocada gitana de sevilla Pastora Filigrana García i el politòleg gitano de Sant Adrià de Besòs Paco Vargas Porras.

S’ha editat la guía en català i en castellà. La descàrrega es lliure i s’autoritza la reproducció total o parcial del text sempre que es citi la font i l’autoria del mateix.

Informe Relectura Gitana del Desarrollo Sostenible

Informe Relectura Gitana del Desarrollo Sostenible

Este documento forma parte del proyecto «La Mirada Gitana del Desarrollo Sostenible 2023»

Las organizaciones del proyecto “La Mirada Gitana del Desarrollo Sostenible 2023”: Asociación Nacional Presencia Gitana (ANPG), Federación de Asociaciones Gitanas de Catalunya (FAGIC) y La Fragua Projects (LFP) han elaborado este informe que pretende acercar a la realidad gitana los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y los Retos País de la Estrategia Nacional de Desarrollo Sostenible 2030 del Gobierno de España.

Este informe forma parte de la primera fase del proyecto a la que le han seguido otras que han desarrollado una campaña de incidencia política, proyectos piloto de alianzas locales por el desarrollo sostenible en barrios segregados con población gitana y la difusión de los resultados.

Sin duda, el desarrollo sostenible no será posible si no incluye al Pueblo Gitano y a sus reivindicaciones y necesidades.

El informe estuvo en fase de borrador varios meses para poder compartirse con las organizaciones de la sociedad civil gitana en varios foros. Después de su discusión final en el workshop de proyecto celebrado el pasado 20 de noviembre el texto ya es definitivo.

Versión online del informe

En coherencia con el contenido del proyecto, las tres organizaciones que impulsan este proyecto han decidido no imprimir en papel ninguno de los documentos que se generen. Para ello, además de la versión en PDF, hemos generado esta versión del informe online. Hacemos un llamamiento a las personas lectoras para que se descarguen el PDF pero no lo impriman o bien consulten esta versión online. Se accede a la versión online del informe «Relectura Gitana del Desarrollo Sostenible» clicando encima de el siguiente código QR:

El sólido molde de la mujer gitana. Serie  Luz y Memoria.

El sólido molde de la mujer gitana. Serie Luz y Memoria.

Para el Campus de Verano 2023 de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.

Celia,MontoyaX4veces.

Mujer gitana, actriz con oficio y activista por los derechos humanos. Creadora del proyecto artístico multidisciplinar: Luz y Memoria: ponencias, artículos, performances, lecturas dramatizadas y piezas sonoras, para la recuperación de partes del legado, cultura e historia de las personas del Pueblo Gitano, con especial mimo y atención a las vidas y aportaciones que han hecho nuestras antepasadas gitanas. Tras-pasos- Tras tus pasos, mis pasos. Hacer el camino del futuro, sobre las huellas legado, que nos conforman. #LuzYMemoria a las olvidadas #RromAmorR

Creadora de las pioneras estrategias y alianzas de trabajo entre profesionales y medios de comunicación del programa Rromani Pativ (Dignidad Gitana en los mass media e internet) 2017-2021. 

En la actualidad impulsa el proyecto de la economía social y solidaria La Fragua Projects: https://lafraguaprojects.org/: empresa social de servicios globales construida por personas Rroma, para los gitanos y de lo gitano, tejiendo alianzas y redes de colaboración en preferencia con profesionales racializados, activistas, asociaciones e instituciones, cuyos campos troncales son: el empoderamiento, el antigitanismo y los feminismos. 

#JusticiaYReparacion 
#RromaAmorR 

Introducción. Glosario imprescindible. 

Estereotipo: 
Los estereotipos son un conjunto de ideas y creencias preestablecidas que se aplican de manera general e indiferenciada a un grupo social, con base en su diferencia, esto es: nacionalidad, etnia, clase socioeconómica, edad, sexo, orientación sexual, profesión oficio u otros. 

Prejuicio: 
Un prejuicio es una opinión o idea, por lo general de índole negativa, que nos hemos formado sobre algo o alguien de manera anticipada, sin base y sin el debido conocimiento. En este sentido, el prejuicio es la acción y efecto de prejuzgar. Prejuzgar, como tal, significa juzgar las cosas y las personas antes del tiempo oportuno. 

Racismo: 
El racismo es la teoría según la cual un grupo sería superior a otros de diferentes razas o etnias. El racismo procura un orden jerárquico entre los grupos étnicos con el fin de justificar los privilegios y ventajas del grupo dominante blanco. Es decir, la deshumanización de los grupos racializados. El racismo no es una cuestión biológica, es una estrategia, histórica, institucional, estructural, política y económica, que va de la mano con el patriarcado. El racismo básicamente es la deshumanización de determinados grupos humanos, es negar y arrebatar nuestros derechos, ejercer opresiones, para que los que se sitúan por encima tengan privilegios. Las más pobres de la pirámide capitalista somos las mujeres y dentro de las mujeres las ultimas somos las racializadas. 

La discriminación machista y la discriminación racista guardan un estrecho paralelismo: 
Son dos estructuras de discriminación que usan la diferencia biológica, de género y/o cultural como justificación de los privilegios blancos. Ambas tienen unas raíces históricas de desigual reparto de poder y de oportunidades. 

Interseccionalidad: 
Básicamente y en modo muy reducido, son las distintas opresiones, discriminaciones y violaciones de derechos que operan al unísono en el cuerpo y mente de una misma persona, clase, raza, disidencia sexual y de género, color de piel, etc. Tener en cuenta la individualidad es importante ya que cada caso es distinto. (este es un término complejo de compactar, por lo tanto, es una descripción pincelada) 

Paralelismos patriarcado-antigitanismo: 
Patriarcado, antigitanismo y racismo se basan en prejuicios y estereotipos, generalizaciones, naturalización de la desigualdad y descontextualización (no se considera la repercusión de la falta de oportunidades -históricas y presentes- sufridas por las personas en situación de exclusión, discriminación y desigualdad de oportunidades en los distintos ámbitos vitales). 

Encapsulamiento, confinamiento, segregación, barreras y guetización: 
Desconfianzas mutuas, desencuentro, desaliento en algunas mujeres y en miembros de la minoría étnica.

Violencia machista o racista: verbal, psicológica y física. Edad, sexo, orientación sexual, profesión oficio u otros. 

Payo/paya: 
Coloquialmente, persona no gitana. Centrándonos en el origen etimológico de la palabra payo en el diccionario de Joan Corominas, se atribuye el origen de la palabra payo a la voz castellana y gallega de Pelayo. 

PAYO, fin S. XVI, «aldeano, pastor», origen incierto. Del nombre propio de persona gallego Payo, equivalente del cast. Pelayo y tomado como nombre típico de los rústicos. 

No son pocas las personas del mundo de la etimología y de la filología española y Rromani que asocian la palabra payo con la de payés del catalán pages, campesino o campesina de Cataluña o de las Islas Baleares ya que la llegada de los gitanos a la Península Ibérica fue por el Reino de Aragón en el siglo XV, donde el catalán era la lengua autóctona. 

Descripción y definición del Pueblo Gitano/Rroma. 

Los gitanos o Rroma, somos más de doce millones de personas repartidas todo el mundo, no somos homogéneos, de hecho, se han ido adoptando costumbres de cada país al que hemos llegado. En España se creía que veníamos de Egipto, que éramos “egipcianos”, y de ahí viene la palabra “gitanos”. 

Nosotros somos un Pueblo transnacional, eso significa que estamos en muchas naciones y como gitanos tenemos una identidad de nación sin país o territorio. Ni lo tenemos, ni lo hemos pedido nunca, pero es evidente que después de seis siglos de sufrir antigitanismo, persecuciones, esterilizaciones forzosas, tantos intentos de exterminio, que han ido acontecido a lo largo de la historia en Europa y en todo el mundo, tendríamos que haber desaparecido. 

El hecho de que el Pueblo Gitano o Pueblo Rroma sigamos existiendo es por una clara y resistente voluntad identitaria, los gitanos y gitanas del mundo, tenemos una historia con orígenes comunes, un idioma y una cultura que es idéntica en lo relativo a valores fundamentales como son la familia como núcleo de la vida, el respeto y cuidado de niños y ancianos, que son valores humanos que hemos asumido como identitarios, porque eso le ha funcionado y es el legado de nuestros ancestros. En definitiva, somos un Pueblo, en el sentido de una identidad común. 

Respecto al idioma, El Pueblo Gitano en España no habla Rromano, que es el idioma de nuestra comunidad transnacional, debido a las leyes que obligaron a nuestros antepasados a no hacerlo, bajo penas de prisión, galeras, cortes de lengua y orejas. 

El sólido molde de la imagen de la mujer gitana. 

La Historia única se refiere a la idea de que aquellos que tienen la capacidad de narrar y dar forma a los relatos históricos, así como a la representación de los individuos ejercen un gran poder sobre la interpretación y comprensión de los eventos pasados. En este sentido, la historia no es simplemente una recopilación objetiva de hechos, sino que está sujeta a la interpretación y la perspectiva del narrador. 

Este enfoque eurocéntrico ha llevado a una distorsión de la historia al destacar y valorar principalmente los logros y contribuciones de la Europa blanca, mientras se relega al segundo plano o se omite por completo la historia de otras regiones del mundo. Esta representación desequilibrada refuerza y perpetúa la idea de la superioridad y la centralidad de la cultura europea blanca.

Este sesgo eurocéntrico se puede rastrear hasta el período de la colonización europea, cuando los imperios coloniales ejercían un poder político y económico sobre vastas partes del mundo. Los colonizadores europeos impusieron su dominio y su visión de la historia del Pueblo Gitano, así como en los pueblos y Comunidades y territorios colonizados, subordinando y marginando las narrativas y perspectivas locales. 

Este enfoque ha influido en todos los aspectos de la sociedad contemporánea, desde los currículos educativos hasta en los medios de comunicación y la representación en las artes. La historia de la Europa blanca se ha convertido en la referencia principal y ha dominado la academia, las artes y los círculos intelectuales, lo que ha llevado a una falta de reconocimiento y apreciación del Pueblo Gitano y de otras culturas, sobre sus contribuciones históricas, sabidurías, conocimientos, aportes y realidades. 

Quién cuenta la Historia tiene el poder. 

Sabemos tan poco del Pueblo Gitano y de tantos Pueblos, porque esa estructura que es el racismo, no se hace de un día para otro, es como las estalactitas y las estalagmitas que vemos en las cuevas, esas gotitas de agua en suma las forman lentamente y crean esas moles endurecidas y aquí la historia es fundamental. 

Cuando la historia, los privilegios y el poder tienen una única visión (centrada en la Europa blanca-patriarcal) y la cuentan o la escriben siempre el mismo tipo de personas y no todos sus protagonistas, la adaptan, la silencian, la tergiversan en base a sus deseos o fines y la historia del Pueblo Gitano ha sido silenciada en todo el mundo. 

Sí cuentas la historia de los otros y otras tienes el poder, ese poder que necesitas para justificar, la esclavitud, la intransigencia, la inmoralidad de tus actos, tu ¨bien hacer¨, tu ¨rectitud¨, las injusticias sociales y económicas, es decir los privilegios de una parte de la sociedad, mientras que las otras, situadas por debajo de lo humano y por lo tanto en los márgenes a todos los niveles, escupen sangre. 

Nos han creado, estudiado, escrito y descrito. La imagen de ese ese espejo tergiversado está arraigada en el subconsciente colectivo, llegando incluso a provocar que muchas personas pertenecientes al Pueblo Gitano y racializadas se miren en esos ¨espejos¨ y crean que esos clichés forman parte de su identidad. 

Un ejemplo universal y muy concreto para entender el poder de la representación de la historia única es el blanqueamiento de la figura de Jesús de Nazaret, que se ha diseñado desde el eurocentrismo ya que el hombre ejecutado en el siglo I por el imperio romano, era procedente de oriente medio y judío, por lo tanto, si desde la religión se asume que los seres humanos hemos sido ¨creados a imagen y semejanza de Dios¨ y en la memoria colectiva se instaura la idea errónea de que Jesús era blanco, la deshumanización del racismo está servida y firmemente instaurada. 

Historia gitana. La historia de España silenciada. Las primeras personas gitanas llegan a España en el siglo XV. 

La llegada del Pueblo Gitano a España acontece en el siglo XV, a una sociedad victoriana donde las mujeres gitanas son el ejemplo perfecto de lo que no debe ser una ¨buena¨ mujer de la época, su ropa, actitud, libertad, hiper sexualización, las convierten en un ejemplarizante reflejo, de cómo no debe ser, una mujer como Dios manda. 

Nuestras antepasadas ya eran feministas, sin saberlo…Eran mujeres libres, que ganaban su sustento y hacían cosas que estaban negadas o prohibidas a las mujeres de la sociedad mayoritaria. Tenían recursos económicos propios, puesto que tenían oficios y estaban fueran de la casa.

Dentro de la historia omitida intencionadamente en el Estado Español, están la friolera de las 250 leyes y pragmáticas antigitanas. La primera fue firmada por los Reyes Católicos en 1499, la última llamada: Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, fue derogada completamente en 1995. 

Esas 250 leyes, son una prueba fehaciente de que los, estereotipos y los prejuicios no se construyen de un día para otro, que tiene que haber una maliciosa intención que está muy bien estructurada, desde las instituciones, los privilegios sociales, las artes la educación. 

El idioma Rromano o lengua Rromani viene del Sánscrito. La palabra Phenjalipen, se traduce literalmente como: hermandad entre mujeres, la sororidad un concepto vital que nuestro Pueblo tenía integrado. Ustipen significa resistencia, algo en lo que las mujeres gitanas han sido un ejemplo. Gracias a ello, hoy respiramos los gitanos y gitanas españoles. 

Prisión General de Gitanos, miércoles 30 de julio de 1749. La Gran Redada.

En la España del XVIII había todavía una esfera más baja que la del pobre, válido o fingido: era ésta la de la marginación social. En ella se encontraban, por ejemplo, los gitanos, gentes que recibían los peores calificativos incluso de la piadosa Sitiada, que obviamente les negaba la asistencia que daba a los “pobres de Dios”. 

A pesar de lo que permite pensar la reiteración de leyes y pragmáticas antigitanas. Los gitanos no eran, ni en Aragón ni en el resto de España, un problema cuando el marqués de la Ensenada y el obispo de Oviedo, Gaspar Vázquez de Tablada, en su calidad de gobernador del Consejo de Castilla, pusieron en marcha el plan de extinción, así lo denominaron, de los gitanos españoles. 

La ley del 30 de julio de 1749. Era en todo un recordatorio de las leyes anteriores, con prisión para los nómadas y los que llevaran un género de vida desarreglado –o sea, los que escandalizaran con su comportamiento en asuntos de matrimonio no católico, uso del idioma Rromano y prácticas de magia. 

El Marqués de la Ensenada, Zenón de Somodevilla apoyado en todo momento por Gaspar Vázquez de Tablada, urdieron la trama siempre en confabulación con el rey Fernando VI de España, llamado ‘el Prudente’ o él Justo’. Lo prepararon todo para que la noche del 29 de julio de 1749 todas las gitanas y todos los gitanos de España, entre 9.000 y 12.000 personas fueron capturadas. 

Aquella redada, tenía el objetivo declarado de “exterminar a tan perniciosa raza”. El propio marqués de la Ensenada, el ministro que más decididamente intentó acabar con “tan malvada raza”, como es conocido, acabó probando la tozudez de la Sitiada aragonesa contra sus planes de recluir gitanas en la Real Casa. 

Un detalle significativo para la comprensión de la normalización del racismo institucional es que la Sede Central del Consejo General del Poder Judicial del Estado Español, está en la calle del genocida gitano; Marqués de la Ensenada nº8 de Madrid. 

La Historia silenciada. Ejemplos de resistencia. La Real Casa de Misericordia de Zaragoza, Cárcel de Gitanas 1752 -1763.

El 13 de septiembre de ese 1752, tras un largo viaje por mar hasta Tortosa, las 551 gitanas y un número desconocido de niños pequeños entraban en la Real Casa de Misericordia de Zaragoza. Como era de esperar, las gitanas “venían desnudas y descalzas las más de ellas” –así estaban también las más de las que había en la casa–, y lo primero que hicieron, nada más ver el barracón al que se les destinaba, fue quedarse en los patios, en la huerta, al aire libre, sin entrar, negándose a obedecer cualquier orden.  

Aunque el capitán general puso a 20 soldados de guardia permanente, no se conseguía reducirlas. “El deseo de volver a su libertad –declaraba la Sitiada– las hace tan resueltas y aún despechadas que es raro el día que no cometen uno u otro atentado, lo que nos induce al prudente recelo de que se extienda su arrojo y temeridad de dar fuego a la casa para frustrar nuestra providencia”. 

La Historia silenciada. `Carmen´ estereotipo por excelencia. Cigarreras pioneras feministas y sindicalistas. 

A principios del siglo XX las cigarreras, cobraban un salario de 2 pesetas diarias, lo que suponía menos de la mitad de un jornal masculino, pero que permitía a estas mujeres ser independientes y mantener o colaborar al mantenimiento de sus familias. Además, las que eran madres, y muchas de ellas lo eran y solteras, estaban autorizadas a llevar con ellas a sus bebés para darles el pecho y podían tener a su lado en el taller a los niños en cunas que la propia fábrica les facilitaba, lo que permitía que sin dejar de liar los cigarros pudiesen mecer con el pie las camitas. 

Son tiempos en los que los trabajadores no tienen más derecho que el salario que cobran, no existe ningún tipo de atención social por parte del Estado, no hay seguro de enfermedad, alumbramiento, viudedad, orfandad o incapacidad y tampoco pensiones de jubilación. 

En este difícil ambiente las cigarreras, sin embargo, logran constituir como colectivo una asociación de tipo benéfico, una hermandad de socorro, aún sin carácter sindical, en la que a través de un fondo común se pagaban los subsidios por enfermedad, los días de baja por maternidad y la asistencia a las ancianas que ya no podían realizar su labor. 

Estas mujeres, estimadas y admiradas por su duro trabajo, adquieren fuerza y conscientes de su cualificación, serán reivindicativas, documentándose entre 1905-1916, aunque con escasos resultados, varios conflictos en los que las trabajadoras reclaman derechos elementales como la equiparación del salario con los varones, la jornada laboral de ocho horas o la regulación de los despidos, reivindicaciones que llevarán incluso a la convocatoria de grandes huelgas en el período comprendido entre 1918 y 1921. Las cigarreras sevillanas, que atienden y compaginan su trabajo con sus obligaciones como mujeres y madres, ya que las agotadoras jornadas laborales no las eximen de sus tareas domésticas, se convierten en ejemplo paradigmático de la revolución industrial y pronto serán un tema atractivo para los artistas. 

Tristemente las luchas pioneras de estás mujeres, que no eran todas gitanas dan lugar a la construcción de la gitana estereotipo global por excelencia: Carmen; En principio obra literaria y posteriormente Ópera que sucede en la Sevilla del siglo XIX, las cigarreras tienen independencia económica (un dato muy importante), aunque trabajen por un sueldo mucho más bajo que los hombres que hacen las mismas labores y de las que se omiten sus alianzas y algo tan relevante como su “maternidad del sindicalismo”, no sólo en Sevilla, sino en toda España, mujeres que para auto cuidarse forman una cofradía religiosa, feminizan las fábricas de tabaco, creando lo que ahora llamamos la conciliación laboral, haciendo salas de guardería y lactancia, sosteniendo a las compañeras enfermas hasta su recuperación, dando los trabajos menos pesados a las de más edad. Y de ellas han forjado y ha quedado una simplificación de la imagen de la gitana “mala mujer”, que es libre sexualmente y que muere apuñalada a manos de su amante despechado, ya que “la mala hierba” hay que cortarla, para ser ese ejemplo de lo que no se debe ser a las mujeres payas, hacerlas creer que ellas están mejor y por lo tanto es una estrategia del patriarcado, para mantener al género femenino sumiso y controlado. 

Cervantes y La Gitanilla, un ejemplo literario. 

Fragmento de texto de Gitanilla de Cervantes: “Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el mundo para ser ladrones: nacen de padres ladrones, críanse con ladrones, estudian para ladrones y, finalmente, salen con ser ladrones corrientes y molientes a todo ruedo; y la gana del hurtar y el hurtar son en ellos como accidentes inseparables, que no se quitan sino con la muerte”. 

Los que tenemos más edad nos podremos ver sentados en el aula, con diez u once años leyendo o escuchando esto, como una referencia cultural fundamental y con absoluta naturalidad en boca de las personas docentes, pido al lector que recuerde y que se ponga ahora en la piel de un niño o niña gitana, que recibe esas palabras, así como del efecto en las y los compañeros de la sociedad mayoritaria. 

Ejercicios de memoria fundamentales.

Las cámaras de gas fueron construidas, ladrillo a ladrillo, en base a los, prejuicios y estereotipos, los chistecitos, los comentarios insensibles, las frases hechas despectivas, juzgar al grupo y no al individuo. Cuando Hitler subió al poder, creó el Ministerio de Ilustración Pública y Propaganda para condicionar y modelar la opinión y la conducta del pueblo alemán. Los nazis vieron el poder de lo que ahora llamamos Fake News, bulos o noticias falsas y lo usaron. 

Hitler escribió que la tarea de la propaganda: “No consiste en hacer un estudio objetivo de la verdad, en la medida en que favorece al enemigo para luego exponerla ante las masas con justicia académica; su tarea es servir a nuestro propio derecho, siempre y de manera inmutable”. 

Algo de lo que se puede sacar una lección utilísima como personas que es lo que somos ante todo y es importante recalcar que como individuos tenemos que ser conscientes de que no sólo somos receptores de información, también somos emisores, cuando decidimos compartir o expresar a través de las artes y debemos tener claro que es un ejercicio de poder. 

Samudaripen-Porrajmos. Genocidio gitano. Luz, memoria y reparación.

El 2 de agosto de 1944, aproximadamente unos 3.000 hombres, mujeres y niños gitanos, Rroma y sinti del llamado Zigeunerlager situado en el bloque 13 (campo de gitanos) fueron exterminados en las cámaras de gas de Auschwitz-Birkenau. Luz para sus almas. 

Fueron las mismas y mismos que protagonizaron la revuelta y pelearon con uñas y dientes el día 16 de mayo (Día Internacional de la Resistencia Rromani) en el que se conmemora su lucha, resistencia y valentía ya que consiguieron que ese día los nazis no pudiesen llevar a cabo su solución final, que desgraciadamente se materializó ese fatídico 2 de agosto de 1944. 

Durante el Samudaripen, se cree que la mayor parte de los asesinatos hacia los gitanos no se produjeron en los campos de exterminio. El Pueblo Rrom oponía mucha resistencia a los miembros de la SS, y como respuesta acababan fusilados en sus propios hogares. Para acabar con la imagen negativa y probablemente para conseguir que las familias gitanas fuesen prisioneros más “manejables” y “limpiar la imagen “que proyectaba el régimen asesinando a sus ciudadanos en plena calle, se creó el Zigeunerlager, el campo gitano de Auschwitz. A diferencia de otros campos, en éste estaban recluidas familias enteras, así en medio de toda esa muerte, barbarie, miseria humana y dolor emergía la vida y nacieron alrededor de 370 criaturas gitanas. Con el uso del miedo, la fuerza y el engaño, los nazis encerraron a unos 23.000 gitanos en distintos Zigeunerlager en marzo de 1943. 

La vida de los Rromanies en Auschwitz fue un verdadero infierno: epidemias, desnutrición, violencia y maltratos eran fenómenos cotidianos que mataban física y espiritualmente al Pueblo Gitano. Especial mención merece el doctor Mengele, conocido como el ángel de la muerte por el aparente buen trato que mostraba hacia los niños para que éstos confiaran en él, los niños y niñas gitanos fueron sus víctimas preferidas para sus múltiples experimentos científicos. Este fenómeno no era aislado. En 1940, 250 niños gitanos fueron asesinados durante experimentos que tenían el objetivo de comprobar la eficacia mortífera del gas Ziklon B. El “delito” de todos estos ciudadanos, de todos estos niños, era ser gitanos, seres racialmente inferiores y asociales, siguiendo los argumentos del Instituto para el Estudio de la Higiene Racial. 

No podemos, por tanto, aceptar esa cifra como un hecho demostrado ya que la documentación no ha sido bien analizada, ni existe una política de promoción de la investigación en torno al Samudaripen. La cifra de víctimas probablemente asciende al doble o al triple, es decir, estaríamos hablando de que, probablemente 1.500.000 personas gitanas fueron asesinadas durante el Porrajmos/Samudaripen. Se estima que alrededor de la mitad de la población Rromani residente en los territorios ocupados por el Tercer Reich murieron como resultado de la persecución y el terror nazi. En algunas zonas, este porcentaje alcanzó el 80%. (Ian Hancock, investigador, escritor y activista Rromani inglés, profesor emérito de la Universidad de Texas y ha representado al Pueblo Gitano en las Naciones Unidas y fue miembro del Consejo de los Estados Unidos para el recuerdo del Holocausto bajo la presidencia de Bill Clinton). 

La aniquilación del futuro, la esterilización forzada: dentro de los campos de concentración, así como en hospitales externos, fue una de las terribles y retorcidas de maneras en las que se perpetua el dolor inmenso de los y las supervivientes. El 94 % de las personas esterilizadas forzosamente durante el periodo nazi fueron personas gitanas. 

El miércoles 15 de abril de 2015 el Parlamento Europeo reconoció solemnemente el hecho histórico del genocidio de los Rromanies que tuvo lugar durante la Segunda Guerra Mundial y aprobó el 2 de agosto, día elegido por las organizaciones gitanas, para conmemorar a todas las víctimas Rromanies de este genocidio. 

Desde la Segunda Guerra Mundial, Alemania ha promulgado una serie de leyes para indemnizar a las personas que sufrieron persecución a manos de los nazis. En 1951 Konrad Adenauer, canciller de la primera República Federal de Alemania, dijo: “en nuestro nombre, incalificables crímenes se han cometido y exigen compensación y restitución, tanto moral como material, a las personas y las propiedades de los judíos, que han sido tan gravemente perjudicadas”. Sin embargo, hasta 1979 no se reconoció la persecución nazi de los Rroma por motivos raciales. A pesar de que se tiene derecho a solicitar una indemnización por el sufrimiento, la realidad es que muchas de estas personas, enciclopedias de vida del Pueblo Gitano, ya han muerto. 

Sin el reconocimiento, la condena, la compensación, la representación rigurosa y el recuerdo, es probable que la memoria de la injusticia y las violaciones masivas de los derechos humanos se usen para justificar acciones. La manipulación de memorias colectivas sigue siendo una grave amenaza en todo el mundo. 

La responsabilidad como individuos en la memoria colectiva.

Para los actores públicos, que tienen responsabilidad por su cargo y mayor o gran audiencia, los profesionales de la comunicación y las artes, que tienen una obligación con el rigor y desde mi punto de vista actuar desde lo individual a lo colectivo, usando los altavoces y privilegios personales, así como los profesionales, en el aporte a una sociedad justa. 

La importancia de la contranarrativa 

Describirnos, contarnos, definirnos, tomar el poder sobre nuestra historia, sea personal o colectiva. Tenemos que ser conscientes de que no sólo somos receptores de información, también somos emisores. La decisión de compartir un titular un artículo de prensa, una noticia de TV, un Tweet o un post público de Facebook, cuando escribimos un libreto, guión, articulo, etc., es un ejercicio de poder y hemos de tener muy en cuenta, que las fuentes sean fiables, documentarnos y ser conscientes de que estamos transmitiendo conocimientos, contribuyendo así, a la información personal de forma errónea o acertada, al olvido o al recuerdo, al manejar datos equívocos, tergiversados o sin fundamento , contribuimos a la perpetuación de los estereotipos y la confusión ya que de algún modo estamos colaborando en la construcción de la memoria colectiva. Por lo tanto, esa consciencia en un mundo en el que cualquiera puede emitir información desde ya sea desde el ámbito de lo personal y por supuesto el profesional, ser conscientes es un ejercicio de responsabilidad muy necesario y una forma de respeto a nosotros mismos. 

“El proceso de empoderamiento de la memoria respecto a la historia toma un giro más radical cuando las memorias singulares, de grupos comunitarios, ponen en duda la narración histórica de la memoria nacional (aquella enseñada y manejada por las instituciones)”. 

“La memoria colectiva se compone de símbolos, relatos, narraciones e imágenes que ayudan a construir una identidad comunitaria” (Juana Juárez Romero, Salvador Arciga Bernal y Jorge Mendoza García (coordinadores), (2012), Memoria colectiva. Procesos psicosociales). 

Halbwachs en `Los marcos sociales de la memoria´ concluyó que «el pensamiento social es básicamente una memoria, y que todo su contenido está hecho de recuerdos colectivos, pero sólo permanecen presentes en la sociedad esos recuerdos que la sociedad, trabajando sobre sus marcos actuales, puede reconstruir». 

“La memoria colectiva es esa construcción de voluntades humanas que buscan construir un sentido del presente. Su herramienta principal está en el pasado. La memoria es una continuidad que busca perdurar como signo de identidad”. 

Antigitanismo de género.

Me centrare en la mujer gitana, por cuestiones obvias. Pero esto es válido con diferencias sutiles, para el conjunto del Pueblo Gitano. 

El antigitanismo es un condicionamiento deliberado, de lo que muestro al exterior. Supone un encorsetamiento, sufrimiento psicológico, agotamiento mental y trastornos físicos, inseguridad, cuestionamientos constantes y falta de autoestima, sobre esfuerzos y continua construcción de fortalezas; Cuando hablamos de antigitanismo de género, nos referimos a la romafobia específica hacia las mujeres gitanas. 

Conclusiones.

Cuando aparece el personaje de la mujer gitana ya sea en la literatura los medios de comunicación, la televisión, la academia, el teatro o el cine, salvo en contadas excepciones es para asociar términos a un montón de lugares comunes con los que se sostienen los prejuicios y estereotipos. En el mejor de los casos: artista matriarca embaucadora, comerciante lianta con gracejo, exóticas, con poderes sobrenaturales, sumisas y en los peores, devoradora sexual, delincuente, celosa, machista, prostituta, analfabeta o víctima de violencia de género y exclusión social. 

Ese goteo constante de información tergiversada crea y mantiene las estalactitas del estereotipo que se arraiga se endurece, se enseña y permanece desde la escuela, la academia, las artes, las leyes, los medios de comunicación. Cuando se instaura en lo cotidiano del lenguaje ya es un pulpo con tantos y tan solidos tentáculos que permanece impertérrito: “voy como una gitana, vivimos como los gitanos, huelo a gitana, las gitanas roban, los gitanos matan, llevo los pelos como una gitana, son unos mentirosos, ladrones, trapaceros”. 

Los “inocentes” discursos de odio que forman parte del lenguaje coloquial, así como los que circulan en las redes sociales, los monólogos, chistes, medios de comunicación, literatura, arte, cine, teatro, televisión, son un antecedente directo de los crímenes de odio. Es decir, que en los discursos de odio se empiezan a configurar el escenario para que la violencia se dirija a determinados grupos que históricamente sufren racismo y discriminación. 

Es por esto por lo que la correcta representación es fundamental y para ello las personas creadoras de contenido, como responsables iniciales y todas aquellas que forman parte del equipo para que un producto artístico se ponga en pie, ya que son muchas miradas las que forman parte de cualquier creación audiovisual, teatral, periodística y literaria, están obligadas a tener respeto, interés, curiosidad, rigor y tienen la responsabilidad de formarse, de reconstruirse, de informase y sobre todo de no usurpar discursos que nos les pertenecen, contando con el asesoramiento y las visiones de profesionales, que pertenezcan a los grupos y Pueblos llevados a los márgenes de forma histórica y sistémica por la sociedad de los privilegios blancos. 

La estética de la ética. Propuestas.

  • La formación o alfabetización sobre la diversidad y antirracismo impartida por personas situadas en los márgenes por la sociedad mayoritaria de los profesionales en cualquier ámbito es básica y fundamental. 
  • No usurpar discursos que no nos pertenecen, es imprescindible contar con asesoría y participación de profesionales pertenecientes a los grupos, colectivos y Pueblos llevados a los márgenes. 
  • Ser conscientes de nuestra capacidad de reinventarnos y contribuir a una sociedad más justa desde la propia individualidad, capacidad de aprendizaje y cuestionarnos, usar nuestros privilegios personales y profesionales en ello, puede ser rentable en todos los sentidos. 
  • Las artes tienen la capacidad de ¨educar¨, transformar, denunciar, emocionar e inspirar, podemos elegir dónde y cómo invertimos desde lo personal a lo profesional. 
  • Todes tenemos un papel en las otredades y el racismo ya sea desde los privilegios o padeciendo las opresiones, ser pasivos o activos es una decisión, que no exime de la responsabilidad. 

Trabajo de la Serie Luz y Memoria  

Celia,MontoyaX4veces.

Tras-pasos- Tras tus pasos, mis pasos. Hacer el camino del futuro, sobre las huellas legado, que nos conforman. #LuzYMemoria a las olvidadas #RromAmorR

#JusticiaYReparacion 

Enlaces de interés.

Glosario. Lenguaje inclusivo para cineastas que quieren contar con y a toda la sociedad

Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. 2023.

https://lafraguaprojects.org/wp-content/uploads/2023/10/GLOSARIO-LENGUAJE-INCLUSIVO-CINEASTAS-2023.pdf

Historia Pueblo Gitano Español

https://es.scribd.com/doc/209567806/Antonio-Gomez-Alfaro-Escritos-sobre-gitanos#

http://manueladonay.blogspot.com/2012/07/articulos-tematica-historia-de-los.html

Interseccionalidad

https://www.youtube.com/watch?v=q9cWk_f8k_Y&list=RDLVhBaIhlmM3ow&index=2

https://chicagounbound.uchicago.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1052&context=uclf

Samudaripen

Celia, MontoyaX4veces, actriz y activista socia fundadora de de La Fragua Projects.