Organizaciones de todos los sectores piden más medidas contra el racismo y la discriminación para lograr la equidad en el ámbito de la salud

Organizaciones de todos los sectores piden más medidas contra el racismo y la discriminación para lograr la equidad en el ámbito de la salud

Reproducimos el texto íntegro, traducido al español de la Declaración Conjunta del proyecto “DisQo, lucha contra la discriminación y equidad en el ámbito de la salud 2022-2023” en el que La Fragua Projects participa junto a otras 23 organizaciones europeas.

13 de abril de 2023

A pesar de que cada vez hay más pruebas de que el racismo y la discriminación estructurales, institucionales e interpersonales repercuten de múltiples maneras en las desigualdades en materia de salud física y mental , hasta ahora se ha prestado muy poca atención a esta cuestión en el ámbito de la salud pública.

Las organizaciones abajo firmantes, que trabajamos en todos los sectores, nos comprometemos a adoptar una postura activa contra todas las formas de racismo y discriminación y pedimos a los responsables de la toma de decisiones a todos los niveles, incluida la Comisión Europea, que sigan nuestro ejemplo.

Juntos, hemos identificado cinco prioridades clave para abordar la cuestión de forma constructiva, respetuosa y participativa:

  1. Reconocer el racismo y la discriminación como determinantes fundamentales de la salud, la equidad y el bienestar.
  2. Fortalecer la participación social de las comunidades racializadas y discriminadas, y fomentar la diversidad, la representación y la lucha contra la discriminación.
  3. Aumentar la claridad y coherencia de las definiciones clave relacionadas con el racismo, la discriminación y la equidad en el ámbito de la salud.
  4. Recopilar más datos sobre igualdad (en la salud), desglosados por indicadores sobre múltiples motivos de discriminación, y armonizar la recopilación de datos de la UE.
  5. Reforzar la legislación antidiscriminatoria de la UE, eliminando los compartimentos estancos e impulsando la integración de las políticas, la transparencia, la justicia reparadora y la participación social.

Esta Declaración Conjunta ha sido elaborada por personas que trabajan para organizaciones que son miembros o apoyan la Red Temática “DisQo – antidiscriminación y equidad en salud”.

En el Anexo 1 se incluye un glosario con definiciones de términos clave utilizados en este documento, como racismo estructural e institucional, discriminación y equidad sanitaria.

1. Empieza por el reconocimiento

El racismo y la discriminación son determinantes fundamentales de la salud, que repercuten negativamente en la salud física y mental, así como en la accesibilidad y la calidad de los servicios sanitarios, a lo largo de la vida y a través de las generaciones.1 A pesar de la abrumadora evidencia, estas desigualdades sistemáticas y evitables en materia de salud han recibido muy poca atención en el ámbito de la salud pública.

Reconocer y nombrar los prejuicios inconscientes, así como el racismo y la discriminación interpersonales e internalizados, en el lugar de trabajo, en las comunicaciones, en la investigación y en las interacciones con otras personas, incluidos colegas o pacientes, hará avanzar la comprensión del problema y permitirá realizar más esfuerzos para abordarlo.

Reconocemos y apoyamos las acciones de la actual Comisión Europea, incluidas sus estrategias contra la discriminación, como el Plan de acción de la UE contra el racismo.3 Sin embargo, pedimos un compromiso más firme, no sólo de las instituciones de la Unión Europea, sino también de todos los líderes dentro y fuera del ámbito de la salud pública, incluidas nuestras propias organizaciones, para lograr un reconocimiento más amplio del racismo y la discriminación como determinantes fundamentales de la salud, la equidad y el bienestar.

Lograr un mayor reconocimiento del racismo y la discriminación como determinantes fundamentales de la salud, la equidad y el bienestar.

Nos comprometemos a emprender acciones para un reconocimiento más amplio del racismo y la discriminación estructurales, institucionales e interpersonales como determinantes fundamentales de la salud, la equidad y el bienestar mediante:

  • reforzando las políticas y prácticas antirracistas y antidiscriminatorias dentro de nuestras propias organizaciones
  • integrando este reconocimiento en nuestro trabajo/defensa siempre que sea posible;
  • colaborando y asociándonos con organizaciones de todos los sectores para crear comunidades de e intercambiar experiencias.

Hacemos un llamamiento a la Comisión Europea para que reconozca explícitamente el racismo y la discriminación como factores determinantes de la salud, la equidad y el bienestar:

  • asumiendo un papel de liderazgo para abordar esta cuestión desde la perspectiva de la equidad sanitaria;
  • la inclusión de menciones explícitas de esta cuestión en los documentos legislativos y políticos
    políticas;
  • dando prioridad a esta cuestión como parte integrante de los planes de formación en distintas disciplinas
    y como aspecto clave de la formación profesional continua; y
  • dar prioridad al tema en la financiación de la investigación.

2. Se trata de las personas

Con demasiada frecuencia, las políticas se elaboran sin implicar a las personas afectadas por ellas. Además, la participación social en los procesos de toma de decisiones es algo más que hacer que las personas participen en un ejercicio de marcar casillas al final de un proceso y debe seguir un “marco basado en los derechos humanos ” que implique un compromiso significativo de las personas y comunidades afectadas a lo largo de todo el proceso, desde el diagnóstico del problema o problemas hasta la planificación, aplicación y evaluación de la política o intervención. También incluye proporcionar los medios para participar, la capacidad de las personas y el empoderamiento cuando sea necesario. La OMS Europa reconoce la participación social como motor de la equidad sanitaria. Un aspecto importante y relacionado con esto es la falta de diversidad y representación en los puestos de poder, como en las salas de juntas de las organizaciones públicas y privadas y en los órganos consultivos. La diversidad y la representación a las que nos referimos aquí incluyen, entre otros, el origen étnico, la raza, la cultura, la nacionalidad, el género, la orientación sexual, la identidad de género, la religión, la edad y la discapacidad. Esta falta de diversidad se observa también en el actual Parlamento Europeo, donde las minorías étnicas en general y las personas de color en particular están ampliamente infrarrepresentadas.

Reforzar la participación social de las comunidades racializadas y discriminadas, y fomentar la diversidad, la representación y la lucha contra la discriminación a todos los niveles.

Nos comprometemos a promover activamente actividades de participación social significativas que sean inclusivas y en las que se otorgue el liderazgo a los implicados mediante

  • Aportando liderazgo intelectual, experiencia vivida y soluciones concretas cuando los responsables de la toma de decisiones en actividades de participación social participen en el diseño, desarrollo y evaluación de iniciativas legislativas duras y blandas;
  • proporcionando información continua sobre cómo pueden mejorarse dichos procesos; y
  • abogar por la diversidad y la representación a todos los niveles, tanto en nuestras propias organizaciones como en nuestro trabajo sobre la equidad (sanitaria) en torno a las personas de comunidades marginadas.

Pedimos a la Comisión Europea que redoble sus esfuerzos para promover la participación social y aumentar la diversidad en todos sus niveles organizativos mediante:

  • incorporando y liderando sistemáticamente a las partes interesadas de la sociedad civil, no sólo en el diseño, desarrollo y evaluación de iniciativas legislativas duras y blandas, sino también como fuente clave de conocimientos especializados, siguiendo las Directrices para Legislar Mejor; y
  • fomentando -de forma no simbólica (es decir, garantizando una influencia real)- la diversidad y la representación en sus asesores/organismos consultivos, en sus proyectos financiados y, lo que es más importante, en todas sus DG, a todos los niveles de gobernanza.

3. El lenguaje importa

A fin de mejorar la calidad del diálogo y el discurso para abordar eficazmente el racismo y la discriminación, se necesitan definiciones concisas y reconocidas de términos y conceptos clave, como por ejemplo raza, racismo, racialización, discriminación, antirracismo, antidiscriminación, desigualdades sanitarias y equidad sanitaria. Se trata de requisitos previos fundamentales para crear un lenguaje común, un terreno común y un espacio seguro para el diálogo constructivo, así como para garantizar el uso de un lenguaje respetuoso y no estigmatizador.

Las definiciones existentes están fragmentadas en documentos y sitios web de las Direcciones Generales (DG) y Agencias de la Comisión Europea. Además, existen múltiples definiciones para el mismo término, y las definiciones utilizadas por organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas, también pueden diferir.

Aumentar la claridad y coherencia de las definiciones clave

Nos comprometemos a promover un lenguaje respetuoso e inclusivo y a aumentar la claridad y coherencia de las definiciones críticas mediante
claridad y coherencia de las definiciones críticas

  • la creación de espacios seguros para el diálogo inclusivo y respetuoso en nuestras propias organizaciones; y
  • liderando la reflexión y participando activamente en las acciones de la UE para armonizar las definiciones.

Hacemos un llamamiento a la Comisión Europea para que asuma un papel de liderazgo en el aumento de la claridad y coherencia de las definiciones críticas mediante:

  • desarrollando una página web con un glosario general de definiciones; y
  • realizando -o financiando- un ejercicio de armonización para establecer
    definiciones de los términos sobre los que no existe consenso, con la participación de las partes interesadas, incluida la sociedad civil.

4. Si no se puede medir, no se puede solucionar

La formulación de políticas y el seguimiento basados en pruebas para abordar el racismo y la discriminación y promover la equidad (sanitaria) requieren datos de buena calidad (cuantitativos y cualitativos) que permitan el desglose por indicadores de los diversos motivos por los que las personas pueden ser discriminadas, como su raza, origen étnico, características sexuales, género, orientación sexual, discapacidad, religión, creencias, edad y situación socioeconómica. Además, los datos sobre la discriminación autodeclarada o percibida son importantes, ya que las víctimas de discriminación tienden a no denunciar los incidentes de discriminación a las autoridades por diversas razones, como no saber a quién acudir y la falta de confianza en las autoridades. Dichos datos también permitirían realizar un análisis interseccional, mostrando individuos o grupos que se enfrentan a una discriminación múltiple e interconectada. Es importante destacar que la recopilación y el uso de datos sobre igualdad deben seguir el principio basado en los derechos humanos de no hacer daño, y no crear ni reforzar la discriminación, los prejuicios o los estereotipos existentes. Además, los datos anónimos deben ponerse a disposición del público. Sin embargo, en la UE faltan sistemas integrales o un enfoque coordinado para recopilar y utilizar datos de buena calidad sobre la igualdad, en parte debido a los diferentes enfoques y normas por los que algunos de los Estados miembros prohíben la recopilación de datos basados en el origen étnico por razones éticas, constitucionales o históricas.

Esto incluye los datos sobre igualdad en el ámbito de la salud (mental), en el que debe mejorarse tanto la recogida de datos como la investigación, incluidos los estudios a largo plazo, sobre todas las formas de racismo y discriminación. Un elemento crucial es la formación, no sólo de los profesionales sanitarios, sino -lo que es más importante- también de los miembros del personal (auxiliares, recepcionistas, etc.) encargados de recopilar los datos, para que comprendan la importancia que, a su vez, pueden transmitir a los pacientes. Esto incluye habilidades interpersonales y de sensibilidad cultural que generen confianza en el paciente. Por otra parte, la propuesta de la Comisión Europea sobre el Espacio Europeo de Datos Sanitarios es un instrumento legislativo crucial que, si se aplica con prudencia, tiene el potencial de aumentar la transparencia, dar a las personas el control sobre sus propios datos sanitarios y generar confianza en la forma en que se utilizan los datos.

Aunque existen algunas consideraciones legales, sobre todo el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la UE y las normas nacionales de protección de datos para proteger a los ciudadanos de cualquier riesgo potencial de uso indebido o abuso, la recopilación y el tratamiento de categorías especiales de datos personales son posibles en determinadas condiciones, incluso con fines estadísticos o de investigación. Por último, la falta de recursos financieros para llevar a cabo encuestas de recopilación de datos frecuentes y de alta calidad constituye un obstáculo importante.

Recopilar más datos sobre igualdad y de mayor calidad, desglosados por indicadores sobre múltiples motivos de discriminación.

Nos comprometemos a impulsar la mejora de los datos sobre igualdad:

  • abogando por una mayor calidad de los datos sobre igualdad, incluida la adecuada asignación de recursos, tanto a nivel nacional como de la UE; y
  • liderando la reflexión y participando activamente en los esfuerzos por armonizar la recopilación de datos sobre igualdad en toda la UE;

Pedimos a la Comisión Europea que impulse la mejora de los datos sobre igualdad:

  • asumiendo un papel de liderazgo en la armonización de la recogida de datos sobre igualdad en la UE, con la participación de las partes interesadas pertinentes, incluidos los que trabajan con datos (Eurostat, Eurofound, FRA, OCDE, CCI, OMS, etc.) y la sociedad civil
  • elaborar nuevas orientaciones para los Estados miembros sobre la recogida sistemática de datos sobre igualdad, también en el ámbito de la asistencia sanitaria mental y física, mejorando su comparabilidad y accesibilidad, y sobre la formación de las personas que recogen los datos;
  • promover un enfoque interseccional de los datos, garantizando que la recopilación de datos refleje la diversidad de los grupos expuestos a la discriminación; y
  • financiar -y animar a los Estados miembros a financiar- proyectos que avancen en la armonización de la recogida de datos sobre igualdad en la UE.

5. Acabar con los compartimentos estancos y pasar a la acción

Abordar cuestiones complejas y profundamente arraigadas como el racismo y la discriminación estructurales e institucionales, que afectan a sociedades y generaciones, requiere acciones a distintos niveles y colaboraciones y asociaciones entre distintos sectores. Esto último exige romper los compartimentos estancos y operar fuera de la propia zona de confort y/o área de especialización, para lo cual todos los puntos anteriores son cruciales: reconocimiento del problema, un lenguaje común con definiciones claras para la comprensión, la participación y el liderazgo de las personas afectadas, y datos de buena calidad. Es crucial reconocer que existen silos entre las categorías de partes interesadas, incluidos los sectores público, privado y de la sociedad civil, pero también que dentro de estos silos puede haber dinámicas y estructuras de poder que sostienen la discriminación y/o la exclusión.

La actual Comisión Europea ha puesto en marcha varias estrategias de la Unión por la Igualdad en 2020-2021 que persiguen la igualdad por diferentes motivos de discriminación, incluidos el racismo y la etnia, el antisemitismo, la discapacidad, el género, el colectivo LGBTIQ y el sentimiento antigitano. Estas estrategias van acompañadas de un grupo de trabajo específico sobre igualdad que trabaja para integrar la igualdad en todos los ámbitos políticos[8]. Este grupo de trabajo opera horizontalmente en todas las Direcciones de la Comisión y, por tanto, debería reducir el trabajo en compartimentos estancos cuando se produzca. Sin embargo, el grupo de trabajo es un servicio interno y no es visible desde el exterior, por lo que no puede supervisarse su rendimiento. Además, la transparencia en torno a la asignación de recursos para luchar contra las desigualdades sería favorable.

Reforzar la legislación antidiscriminatoria de la UE rompiendo compartimentos estancos e impulsando la integración de las políticas, la transparencia y la participación social.

Nos comprometemos a romper los compartimentos estancos y a pasar a la acción:

  • aumentando la colaboración intersectorial con organizaciones ajenas a nuestras redes habituales; y
  • participando activamente en actividades participativas centradas en la integración de la política de la UE, y aportando su liderazgo intelectual.

Hacemos un llamamiento a la Comisión Europea para que rompa los compartimentos estancos y pase a la acción:

  • reforzando sus esfuerzos de integración de la política a través del Grupo de Trabajo sobre Igualdad, para identificar la fragmentación, mejorar la coordinación y aumentar los espacios (seguros para) el diálogo entre los diferentes niveles;
  • adoptar un enfoque interseccional, reconociendo la diversidad de los grupos expuestos al racismo estructural y a la discriminación, para dar una respuesta eficaz y global a las necesidades particulares de dichos grupos en las intersecciones pertinentes; y
  • aumentar la transparencia y la participación social para reforzar la integración de las políticas, incluso en el Grupo de Trabajo sobre Igualdad y la financiación destinada a la lucha contra las desigualdades;

El camino es nuestro

Nosotros, las organizaciones abajo firmantes, reconocemos que lograr una verdadera Unión de la Igualdad es y será un camino continuo que deseamos recorrer juntos. Por favor, considere esto como una mano amiga y un compromiso de cada una de las organizaciones abajo firmantes para apoyarnos en todo lo que podamos para avanzar hacia nuestro objetivo común: sociedades justas e igualitarias.

Firmas

Las organizaciones y los diputados al Parlamento Europeo abajo firmantes suscriben la presente Declaración Conjunta. Pueden presentarse adhesiones adicionales hasta el 17 de mayo de 2023. Las adhesiones, preguntas o sugerencias pueden dirigirse a Raymond Gemen (Raymond.gemen@epha.org).

Organizaciones:

Africa Advocacy Foundation
Art.1 Midden Nederland
Association of Schools of Public Health in the European Region
Cairde
Center for Community Research and Action de la Universidad de Sevilla (CESPYD)
Centre for Global Health Inequalities Research
European Association for the Study of Obesity
European AIDS Treatment Group
Eurochild
EuroHealthNet
European Independent Foundation in Angiology/ Vascular Medicine
European Institute of Women’s Health
European Network of Equality Bodies
European Psychiatry Association
European Public Health Alliance
European Society for Organ Transplantation
European Public Health Association
Eurordis
FEANTSA
International Sports and Culture Association
La Fragua Projects
Make Mothers Matter
Mental Health Europe
MiHealth Europe
Nobody left Outside
Platform for International Cooperation on Undocumented Migrants
Robert Koch Institute (German National Public Health Institute)
Romtens Foundation
Salud por Derecho
Social Platform

Miembros del Parlamento Europeo

Miguel Urbán Crespo – Grupo de La Izquierda
Milan Brglez – Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas
Romeo Franz – Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea