14 desempleados gitanos reciben competencias informáticas para modernizar la venta ambulante
Entre 150 y 200 familias gitanas se dedican a la venta ambulante en La Rioja, un sector también duramente golpeado a partir de la pandemia, cuando el contacto personal se ha ido reduciendo. Sin embargo, este negocio sigue siendo prioritario para los integrantes de la Asociación de Promoción Gitana -el colectivo cuenta con unas 9.000 personas en la comunidad- que se han dado cuenta de la necesidad de avanzar en digitalización para no quedarse atrás. Catorce desempleados de larga duración, entre 21 y 50 años, reciben competencias informáticas -también matemáticas y lingüísticas- donde su formación es «más escasa», ha reconocido el director gerente de la asociación, Enrique Jiménez.
Esta iniciativa, subvencionada con casi 37.800 euros por el Gobierno de La Rioja, forma parte del ambicioso proyecto denominado ‘Las Norias 3.0’ para modernizar este mercado ubicado al norte de Logroño. «Se necesita un esfuerzo inversor por parte de todos», ha señalado Jiménez en presencia del consejero de Desarrollo Autonómico, José Ángel Lacalzada, «para mejorar la infraestructura tecnológica con red wifi y la posibilidad de dotar a los puestos ambulantes de herramientas para el pago telemático».
En este sentido, el Ejecutivo regional, a través de la Agencia de Desarrollo Autonómico de La Rioja, tiene abierta una línea de ayudas para este año y el próximo dotada de un millón de euros para mejorar las competencias digitales del tejido comercial. El proyecto de formación, que buscar mejorar la inserción laboral de las personas en paro, consta de tres etapas: una primera de orientación y diseño del itinerario personal del desempleado, una segunda de formación para la cualificación profesional y una tercera dirigida a la inserción laboral.
«La mejor contribución que podemos hacer a nuestra comunidad gitana y al conjunto de La Rioja es la formación de colectivos como parados, mujeres o jóvenes», ha destacado Enrique Jiménez. Y «como nos dicen los alumnos que tenemos ahora, este proyecto en el que estamos inmersos desde junio y que acabará en febrero es necesario para no quedarnos atrás en unas competencias cada vez más demandadas por la sociedad».