¿Caben los sueños de las niñas gitanas en los centros educativos?

¿Caben los sueños de las niñas gitanas en los centros educativos?

Entidades gitanas apuestan por abordar el abandono escolar temprano a través de la escucha de las necesidades y metas de adolescentes y jóvenes en contextos marcados por la segregación

Un 13,3% de estudiantes abandonaron en 2021 sus estudios antes de haber completado la etapa obligatoria. La tasa ha mejorado notablemente en la última década, reduciéndose prácticamente a la mitad. Frente a estas cifras, el sistema educativo todavía arrastra una gran falencia: la exclusión de algunos colectivos, un 63,7% del alumnado gitano abandona tempranamente sus estudios.

Para afrontar este tendencia excluyente desde las perspectiva de las niñas y jóvenes gitanas una alianza de asociaciones creó el proyecto [J]itana, una J que según sus promotoras apunta a poner en el centro la justicia social y reproductiva, y que une bajo ese propósito a diversas entidades gitanas de todo el Estado —la valenciana FAGA, la FAGIC en Catalunya, la Federación de Mujeres Gitanas Kamira, las asociaciones de mujeres Akherdi i Tromipen y Yilo, y la navarra Gaz Kalo— junto a la Universidad de Sevilla.

Daniela Miranda, investiga desde hace años, junto a activistas gitanas, cuestiones relativas a la justicia reproductiva y al empoderamiento de las mujeres en el pueblo gitano. La investigadora apunta que es a partir de las conversaciones informales con estas activistas, y desde las historias de vida de las mujeres cómo se puso en evidencia una deuda: “A nosotras nunca nos han preguntado por nuestros sueños”, explicaban. La investigadora reconoce que la universidad es un espacio atravesado por el antigitanismo, donde no se ha considerado a este Pueblo como generador de conocimiento. Por ello, en [J]itana: “recogemos evidencias conjuntamente con las organizaciones y con las mujeres. Queremos asegurarnos de que es una práctica reflexiva entre todas, compartiendo estos espacios de reflexión entre iguales, de forma horizontal”. Se trata, explica Miranda, de pensar en este “derecho a soñar”, de forma práctica. Los sueños son prioridades, y para conseguirlas se necesitan recursos. Por ello considera que lo que se aborda en la investigación debe traducirse en políticas públicas.

Para poder hablar de sueños y necesidades, Sandra Heredia, concejala en el Ayuntamiento de Sevilla y activista de Yilo, considera que es necesario generar espacios seguros no mixtos donde las niñas puedan “hablar en libertad de todas sus inquietudes”, o trabajar cuestiones complejas como la de los matrimonios tempranos al tiempo que abordan cómo les afecta el antigitanismo, y en particular, el antigitanismo de género. Heredia explica cómo para hablar de esos sueños propios, se centran mucho en que las facilitadoras sean gitanas, y en pensar en referentes “para que ellas conozcan otro modelo diferente de mujeres, otra realidad”. Para ello miran en su propio entorno, poniendo el foco en “mujeres referentes de su propio barrio, porque al final ser una mujer gitana no te convierte en un referente porque sí, necesitas referentes de tu día a día y de tu cotidianidad”. 

“Cuando trabajamos con el tema de las referentes, apuntamos que conseguir tu objetivo laboral o tu sueño no te hace ser menos gitana si no poner en valor toda la potencialidad que tienes dentro de tu cultura y tu entorno inmediato”

Heredia incide en que, al contrario de lo que ciertos discursos antigitanos pueden pretender, no hay ninguna contradicción entre elegir el propio camino y pertenecer a tu familia y tu entorno. “Cuando trabajamos con el tema de los referentes, apuntamos que conseguir tu objetivo laboral o tu sueño no te hace ser menos gitana si no poner en valor toda la potencialidad que tienes dentro de tu cultura y tu entorno inmediato, combatimos el antigitanismo para que se vea la realidad y la diversidad que existe dentro de nuestro Pueblo”.

Para Celia Montoya, de La Fragua Projects el hecho de que los actores implicados sean en su mayoría gitanos es fundamental para que tenga potencial transformador: compartir códigos facilita entender las diversas situaciones que pueden afrontar las jóvenes. “Lo fundamental de todo es que aquí a las chicas no se les obliga a nada, ni se les dirige hacia ningún sitio, sino que lo que tratamos es de que vean qué hay fuera de su entorno. A una muchas veces es su entorno lo que la limita, te limita la visión de las cosas que quieres hacer o incluso tu propia autoestima, a dónde puedo llegar y dónde no. Y más, cuando las niñas viven en un entorno social que está guetizado, que tienen precariedades no solo económicas”.

La Fragua Projects —primera empresa social constituida por profesionales gitanos— es una de las entidades implicadas en el proyecto y ha tenido un rol fundamental en hacer incidencia política, trabajando para llevar a las participantes del proyecto al Congreso de los Diputados y el Ministerio de Derechos Sociales con el fin de trasladar las demandas recogidas por las niñas y adolescentes en los espacios de trabajo, en unas jornadas que organizaron el pasado septiembre.

En aquella ocasión habló Nayra, de ocho años, quien participó en el proyecto de la mano de la Federación de asociaciones gitanas de Navarra, Gaz Kalo. La niña habló de la necesidad de facilitar becas para el estudio. Nayra, que quiere ser futbolista, valora el proyecto en conversación con el Salto. “Hemos hablado de nuestros sueños: Tania quería ser peluquera —ahora no sé si ha cambiado, pues cambia de opinión de un día para otro, ríe—, Laura quería ser psicóloga… este espacio nos ha dado la posibilidad de hablar entre nosotras de qué queremos y cómo lo podemos conseguir”.

Maria Jesús es la madre de Nayra, y también ha ejercido como facilitadora en Gaz Kalo. Hace un repaso de las actividades en las que han participado las niñas, que van desde talleres de fotografía orientados a hablar de emociones, conversaciones sobre qué personas son importantes para ellas, o un viaje conjunto, decidido por ellas mismas, a Senda Viva, un parque natural de Navarra. Las actividades, como esta en Senda Viva, incluían a las familias, especialmente a las madres, algo que desde el proyecto se considera vital.

La perspectiva intergeneracional permite también ahondar en algo que Montoya ve claro: “no hay ninguna contradicción entre tradición y avance. Para mí, una de las mejores formas de luchar contra el antigitanismo es apoyar a personas gitanas, tanto hombres y mujeres empoderadas, capacitadas para poder exigir sus derechos porque los conocen y que trabajen en cosas que les gustan y que les hagan vivir lo mejor posible”. Pese a que en muchas ocasiones se estigmatiza al entorno familiar para explicar el abandono escolar, Montoya invita a ampliar la mirada. “Se minusvalora al alumnado gitano, ya en el ámbito educativo se tienen muchos prejuicios. Yo creo que el profesorado también tiene que deconstruirse y formarse, y darse cuenta de hasta dónde llega el racismo”. En todo caso, apunta, se trata de algo tan básico como garantizar a todas las personas el acceso a derechos humanos. 

Y es que el entorno es mucho más que la familia, defiende Montoya, que como todas las familias pueden ser conservadoras y machistas o pueden no serlo. Estudiar en un colegio guetizado en un barrio guetizado, o en zonas rurales sin muchas oportunidades, “la sociedad que te rodea, la gente del cole, cómo te tratan en las tiendas”, todo eso forma parte del entorno, apunta la integrante de La Fragua Projects.

“Se minusvalora al alumnado gitano, ya en el ámbito educativo se tienen muchos prejuicios. Yo creo que el profesorado también tiene que deconstruirse y formarse, y darse cuenta de hasta dónde llega el racismo”

Antigitanismo o falta de oportunidades, Heredia trae a colación un caso práctico de uno de los barrios sevillanos donde trabajan, Torreblanca. “En el instituto al que van no tienen la oferta educativa que tienen en otro instituto, por ponerte un ejemplo muy concreto: muchas niñas quieren hacer estudios de estética y peluquería, pero en su centro educativo no existe esa opción. Ahí lo que llevamos es esta demanda para que en este centro incorporen esta formación para que las niñas no abandonen los estudios y al final se puedan formar en algo que ellas realmente quieren”.

La lucha por una mejora del sistema educativo que tenga en cuenta las demandas de este alumnado, son pasos imprescindibles para encarar este problema: “Al final lo que vamos trabajando también,  junto con la comunidad educativa — estamos recibiendo un gran apoyo de su lado— es que ellas se sientan escuchadas por todas las partes”, explica Heredia. La cuestión de la guetización no se reduce a lo escolar, apunta, y fuera de las aulas se suman otras demandas: “Por poner un ejemplo, en Polígono Sur tienen que andar casi dos kilómetros hasta una cafetería para juntarse con las amigas a tomarse un café”. Frente al abandono de las instituciones, las chicas propopen autobuses más frecuentes al centro, bibliotecas para estudiar, o actividades de ocio por la tarde. 

Desde la universidad, Miranda considera que la mezcla de entidades de distinto tipo le ha dado mucha potencia al proyecto. Desde La Fragua Projects y su experiencia en la lucha contra el antigitanismo y de incidencia política, a Gaz Kalo, que cuenta con una forma de trabajo muy desde local, a Yilo, en Sevilla “yo he construido mi identidad como investigadora y como feminista con ellas”.

Para Sandra Heredia, este tipo de alianzas “es también abogar por otro tipo de modelo asociativo del mundo gitano, que al final no sea solamente de prestación de servicios o asistencialismo”, un proceso “empoderador” que busca, reflexiona Heredia, “implicar al mismo nivel a todos los agentes que están conectados en la transformación real en sus propios barrios”. Más allá de posibilitar la escucha, y que las niñas y adolescentes puedan acceder a las asociaciones de barrio, centros educativos o instituciones, se trata de que el proyecto sea un “espacio de decisión”, y ahí cobra especial sentido, tanto las intervenciones ante el ayuntamiento de Sevilla o el Parlamento andaluz, como la visita a Madrid que “sirvió para llevar a la instituciones las demandas reales. Las propias mujeres, cuando intervenían en el Ministerio y en el Congreso hablaban de la realidad de su barrio. Polígono Sur es el barrio más pobre de todo el Estado Español, las mujeres querían saber en qué se destinan los fondos públicos que se dirigen a sus barrios”. 

María Jesús y Nayra reconstruyen qué se dijo ahí sobre las necesidades expresadas durante el proyecto “acceso a becas de estudio, oportunidades laborales, que se sientan apoyadas por las personas que las rodean, como es el centro educativo, la familia y la sociedad en general” apunta la madre. Para la hija, que habló desde la tribuna, se trata de “ayudar a que otras niñas puedan hacer lo que ellas quieren, que no piensen que no lo pueden hacer”. Comprender, concluye Montoya, que “tienes todo el derecho de decir lo que tú tengas que decir, porque eres una persona y tienes derechos”.

Fuente: El Salto
Autora: Sarah Babiker

Amaro Jiménez en su programa “Camelamos Naquerar” entrevista a las participantes en el Encuentro estatal del proyecto [J]itana

Amaro Jiménez en su programa “Camelamos Naquerar” entrevista a las participantes en el Encuentro estatal del proyecto [J]itana

Entrevista en el programa Camelamos Naquerar, tras el Encuentro Estatal de ❤️[J]ITANA⭐ celebrado en Madrid del 27 al 29 de septiembre de 2022, organizado y agendado por La Fragua Projects.

Para nosotros ayudar a posibilitar que estén en el Congreso de los Diputados y en los Ministerios, niñas y adolescentes gitanas y sus madres planteando sus anhelos y dificultades y dialogando con los grupos parlamentarios y los responsables ministeriales forma parte nuestro compromiso fundacional. No exageramos si decimos que no hay nada más hermoso y bonito que podamos hacer y esta es nuestra manera de empezar.

❤️[J]ITANA⭐: es una investigación-acción participativa basada en la comunidad sobre los derechos de las mujeres gitanas.

Fuente: Camelamos Naquerar – RAI

Sandra Heredia: “Necesitamos una respuesta por parte de toda la sociedad frente al antigitanismo”

Sandra Heredia: “Necesitamos una respuesta por parte de toda la sociedad frente al antigitanismo”

La política Sandra Heredia habla sobre su participación el primer Congreso Internacional contra el Antigitanismo y explica cómo se puede actuar ante este racismo

Sandra Heredia es concejala en el Ayuntamiento de Sevilla y ha participado en el Consejo de Europa como voz experta en antigitanismo. Además, ha sido dinamizadora del Primer Congreso Internacional contra el Antigitanismo, celebrado en Bilbao los días 3, 4 y 5 de octubre. También cursó un Máster en estudios sociopolíticos y diversidad de género y es activista por los derechos del pueblo gitano. Hemos tenido la oportunidad de hablar con ella a través de una entrevista telefónica, donde se han tratado diversos temas como las violencias que reciben las mujeres gitanas, el antigitanismo presente en nuestra sociedad y las maneras de combatirlo.

Has sido dinamizadora del primer Congreso Internacional contra el Antigitanismo ¿a qué conclusiones habéis llegado en cuanto a la definición de antigitanismo de género?

Hoy (5 de octubre) se exponen las conclusiones, ayer estuvimos todo el día trabajando. Éramos diferentes grupos de trabajo: salud, empleo, discursos de odio, educación…Concretamente la definición de este concepto es muy compleja, aún nos queda tiempo de trabajo, pero sí que hemos llegado a una primera aproximación. El antigitanismo de género se basa en las múltiples discriminaciones que nos atraviesan a las mujeres gitanas. Hemos avanzado mucho trabajando este tema, pero necesitamos todavía un periodo más profundo de reflexión y debate. Hemos puesto sobre la mesa todas las violencias que sufrimos las mujeres, tanto dentro como fuera de nuestra comunidad, sobre todo poniendo el foco en el antigitanismo.

Es importante tener un espacio seguro y no mixto para debatir

Hemos debatido acerca de cuáles son las violencias que afectan directamente a las mujeres gitanas, que nos merman la salud y el acceso a los derechos fundamentales y sociales, y además cómo combatir todo esto desde dentro y hacia el exterior. Además, el marco teórico que abarcamos nosotras es el feminismo interseccional, tenemos en cuenta la multiplicidad de feminismos que coexisten entre las mujeres gitanas y creo que es muy importante tener un espacio seguro y no mixto para poder debatir todas estas cuestiones.

¿Qué tipo de violencia específica reciben las mujeres gitanas?

Hablamos de una cuestión de clase, una cuestión que nos atraviesa a todas. Estuvimos hablando de las mujeres con capacidades diversas y cómo la discapacidad sigue siendo un tema muy invisibilizado en todo el movimiento feminista. También hablamos mucho de la territorialidad, el barrio donde viven marca la vida cotidiana, el acceso a los recursos… Un ejemplo mínimo sería no poder acceder a una línea de móvil o a la red de internet por vivir en espacios de la periferia.

Parece que siempre necesitamos un tutor y gente que hable por nosotras

Hablamos también del acceso a la vivienda, en muchas ocasiones no se alquilan pisos a mujeres gitanas al ver sus apellidos, también tratamos la tutorización y asistencialismo constante que se hace a las mujeres gitanas. Parece que siempre necesitamos un tutor y gente que hable por nosotras. Además, se debatió la cuestión de orientaciones sexuales, cómo las mujeres bisexuales o lesbianas sienten esa opresión, junto con la infantilización que reciben todas las mujeres gitanas. Otra violencia consistiría en la fijación de estereotipos estéticos y la hipersexualización de los cuerpos de las mujeres gitanas, que tenemos que sufrir el antigitanismo tanto en redes sociales, como en la vida cotidiana. Gracias a un estudio llevado por AMUGE, organizadoras del Congreso, tratamos también la persecución que sufren estas mujeres al entrar en una tienda o a un supermercado.

¿Es importante analizar la discriminación hacia la comunidad gitana con perspectiva de género?

Hablamos de la necesidad de la existencia de una Agenda de las Gitanas, para que todas las políticas públicas tengan en cuenta que es necesario para cambiar la realidad que vivimos. Esta sería una herramienta para combatir la discriminación. También destacamos la necesidad de mantener esta pasión de las mujeres gitanas, para seguir trabajando y llevar propuestas que acaben con la discriminación. Sobre todo, para que nosotras tengamos grupos cohesionados y una unión que cree políticas dentro del movimiento feminista hegemónico. Porque muchas veces parece que somos una suma más dentro del movimiento, en el mejor de los casos cuando se acuerdan de nosotras… Necesitamos una respuesta por parte de toda la sociedad ante este racismo y que el movimiento se involucre y nos sintamos acompañadas.

También creemos que es muy importante quitar la imagen demonizada del feminismo y explicar a las personas, dentro y fuera de nuestra comunidad, que no es una cuestión de individuos concretos, sino una estructura global que nos oprime. Recalcar que lo que se busca es alcanzar la igualdad y reclamar los derechos de las mujeres. Otras cuestiones más concretas se referirán a temas como la sensibilización, el empleo, combatir la precariedad del trabajo, el mercado de la venta ambulante, el peso de los cuidados que llevan las mujeres gitanas o el desgaste en la salud que supone el soportar esta discriminación.

Además, eres concejala en el Ayuntamiento de Sevilla y trabajas en un proyecto de la Universidad de Sevilla con niñas y adolescentes gitanas, ¿en qué consiste este programa?

Sí, colaboro con la Asociación Yiló, que apoyan a las mujeres dentro de sus barrios, para que tengan su propia voz y puedan combatir las discriminaciones que sufren. Yo concretamente trabajo en este proyecto de empoderamiento con niñas y adolescentes gitanas que recibe el nombre de [J]itana (con “j” de justicia social). Este programa tiene como objetivo que las niñas y adolescentes gitanas puedan hablar de sus sueños e inquietudes. También sirve para que las jóvenes gitanas conozcan sus derechos y sepan cómo reivindicarlos y además, pretendemos involucrar a sus familias.

También has colaborado en la redacción de un libro de estilo periodístico para combatir el antigitanismo en la radio y la televisión, ¿crees que los medios de comunicación están sensibilizados con el apoyo a la comunidad gitana y el rechazo a su discriminación?

Estamos consiguiendo, gracias a las reivindicaciones del movimiento contra el antigitanismo, que algunos medios vayan tomando conciencia. Pero en general los medios de comunicación nos hacen daño y son transmisores de este racismo. Por ejemplo, en todas las noticias negativas y estereotipadas que involucran al pueblo gitano se señala cuál es la procedencia étnica. Y en el caso de las noticias positivas, por ejemplo: “Una gitana va a la Universidad o ha conseguido tal mérito académico”, considero que son buenas para nosotras, pero necesitamos más apoyo mediático en el día a día. Se sigue necesitando muchísima sensibilización, formación y responsabilidad de los medios para que cumplan el código deontológico y así evitar cualquier tipo de discriminación. También le pedimos que actúen frente a la cantidad de odio que se vierte en las redes sociales, para que no se deje impune ese daño.

Fuente: Amecopress
Autora: Andrea Sánchez
Foto: archivo AmecoPress